Hoy contrariamente a otros meses,..
los días me parecen eternos,..
como que se detuviesen,..
que no quisieran correr, no transitar,..
¿Será que yo, voy juntando los días de antaño en uno solo?,
al rememorar tantos recuerdos, tantas historias notables,..
personajes y pasajes trascendentes,..
Y si,.., hace unos ayeres,.., tuve un Diciembre,..
que tú me dijiste que sí,.., y yo loco,.., no podía creerlo,..
¡que hermosura! de aquellas noches febriles,..,
rellenas de pasión y de entrega,..
Y brillaban tus ojos y mis ojos,..
la vida era hermosa,.., maravillosa,..
existía la beldad y todo lo bueno y bello,..
la bondad,.., el amor a raudales,.., Si señor,…
Mas ahora,…
Dime,.., a esta hora de la noche,..
donde se cuela el más triste verso que pudieras soslayar,..
olvidar,..
Que tu voz,.., que tu mirada,.., no quisiera atender,..
que se abre despacio, un camino,.., entre el alma y la carne,..
entre mi suspiro y el hartazgo,.., de mi melancolía funesta,..
Entre la luna y el sol,.., y la fragua,..
el calor y el olvido sereno,.., el silencio y casi un frio sepulcral,..
Que sella a mis labios, que quisieran exhalar,..
su último aliento,..
para ya no sufrir,.., ya no más recordarte,..
En ese pasado agreste de mil horas, de mil noches eternas,..
apenas coloridas,.., calentadas,..
Por el recuerdo de tus enormes ojos,..
tu piel y quejidos no apagados,..
Quisiera olvidarte,..
cercenarme el último lugar de mi memoria,..
Arrancarme todas las células que pudieran recordarte,..
Imposible es,.., imposible,..
Debo drenar a mis ojos,.., a mi alma debo permitirle,..
este luto enorme que el pase,.., que se extinga,..
displicente,.., crepuscular, malsano,.., cuasi inmortal,..
Que no quiere irse,.., y solo se deshilvana, se descose,..
desde el alma,..
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