Acaso,.., ¿alguien puede ser dueño natural de algo?,…
¿de la tierra, del ocaso,.., de una linda mañana,.., del aire?,…
¿De la verdad que indeleble se infiltre en nuestras heridas,.., nuestras
dudas?,..
¿de la ética tan renombrada,.., del amor puro buscado,…, de la fe que
debiera asistirnos, para aplacar a nuestras dudas,.., interrogantes?,..
pero,.., ¿querremos hacerlo?,…
¿Buscar un espacio inocuo,.., donde transiten todos los días,.., las
horas placidas,..
con nuestra mirada arrobada hacia la nada,.., un sonrisa sutil,.., el
desabotonar
a tu camisa y algo más?,…
Buscar y encontrar, el opio de los pueblos,.., hay tantos, tantos,..
el sexo,.., el consumismo,.., la moda ética,.., ¿hay más?,…
Muchos más que habrán de venir,.., está en nuestros genes,..
esa necesidad ingente de “crear” “verdades indisolubles”,…
que no terminan de decirse,.., cuando ya hay otra nueva,..
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