Con el eco de la marcha por la familia en Guadalajara, denostando clara
y abiertamente la apertura legal a las familias no tradicionales, hombre con
hombre, mujer con mujer, amen que no se consideran “dignas”, las madres
solteras, con hijos engendrados fuera de matrimonio y que los “machitos”
mexicanos, casi el noventa y tantos por ciento, dirán que tengo tendencias
homosexuales por adherirme a esta causa, que debería sacar el homo que pervive
en mi y salir del closet, o en el otro extremo dirán hasta seres muy cercanos míos,
que mi mente está totalmente “chiflada”, perdida del todo o extraviada y que de
seguro ya el “chamuco” hizo presa de mi, total y plenamente.
Obviando este ambiente delimitativo (una de las razones de fondo por
las que vivo “aparte” de mi rebaño) es que hago este escrito, no obstante, que
a pesar de que vivieron conmigo algunas personas, ello no significa que
empatemos necesariamente, y quizás más bien, pudiera ser al contrario.
Resolver claramente el ascendiente de mi consciencia-alma, con más de
que los cientifistas no la consideren, me doy cuenta cabal y con valor (no con
valentonada, sino con valor = valioso) de que el ser humano es completamente
libre en esencia, es su derecho inalienable, establecer la vertiente de sus
valores, su quehacer, su vida, sus creencias, su filosofía, su sentir,.., su acción,..
Las sociedades modernas, todas sin excepción, esperan “formular”, “cliches”,
estereotipos, arquetipos, que confieren al ser humano flojo (porque no se
cuestiona, porque no ofrece negación o duda, sino lo absorbe, tal cual), la
capacidad de racionalizar o valorar ¿a quienes?, obviamente a sus vecinos, difícilmente
su óptica se tuerce hacia sí mismos (se espantarían si fueran realmente honestos,
sinceros y genuinos en su autoanálisis), para ellos, “el otro”, es un
referente, a mi me decía una persona cínica
y burlesca (bulling), que bueno que te veo,.., así ya no me siento tan jodido,
tu eres mi referente,.., puedo estar tranquilo conmigo mismo.
No obstante que el “valor”, pudiera ser individualizado, el individuo
social, está inmerso en una vasta sociedad construida con toda esta estructura
conceptual, que delimitan o delinean los referentes de nuestra sociedad, la religión
(cualquiera que sea, la ley, la ética, la educación o la cultura, los modelos
derivados de todos ellos), el ser individual, se somete a este enorme “filtro”
de control de calidad, pasa o no pasa, es moral, es ético, es exitoso, es
amante,.., etc, etc,.
Ciertamente entonces, es realmente un acto heroico y realmente
revolucionario, el cuestionar los valores convencionales (cualesquiera que
estos sean) y dudar de entrada, analizarlos fríamente y llegar a propuestas
iniciales y no absolutas, las peores ignominias que se han gestado en nuestra
sociedad, es de aquellos que se han creído “divinizados” queriendo “guiar” a la
manada, al rebaño hacia una determinada frontera filosófica, física,
intelectual, estética, o lo que quieran.
A estas alturas, yo reconozco abiertamente que me he equivocado
rotundamente muchas veces, digamos que ahora comprendo que los radicalismos,
las verdades absolutas, totalmente ciertas, no “caben” para el ser humano y que
bueno, cada uno,.., podremos buscar nuestra felicidad, realización o justicia
como cada quien lo pueda hacer,.., es ahora esa mi postura.
Resumiendo, creo que como sociedad, no debemos “cooptar” el libre
derecho del ser humano individual a ser como el desee ser, a vivir como él lo
desee y que el estado debe garantizar que ese espacio pueda existir para todos
y cada uno de nosotros.
De verdad, mi más sincero y profundo respeto y admiración, para todos
aquellos seres que no viven en el marco de una familia no tradicional , mis
abrazos y mi buena voluntad para con ustedes.
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