Estas líneas no quieren mostrar sino solo algunas herramientas que el
tiempo, mi no-torpeza, la extensión de este espacio, (que yo doy cuenta que es
muy breve, los escritos no deben ser muy largos) me han permitido escribir como
dice Miki, “unos garabatos”, el poeta, ¿nace o se hace?, es como la pregunta
inicial, y yo he contestado de las dos formas, ¿se nace con cierto talento o predisposición?
y es claro y casi evidente, que si lo hay, por ejemplo, hay personas que con
solo escuchar una pieza musical una vez, ellas pueden reproducir la pieza, con
cierta facilidad y esto yo lo vi como les digo “en mi caso personal”, ya que yo
quería tocar guitarra y nomas nunca pude sacar una pieza que me gustara, entonces,
si creo que hay un talento o inclinación que cada quien tiene y quizás allí sea,
donde mejor podría aplicarse para poder expresar lo que quisiera comunicar o expresar,
por ejemplo, hay personas con un gran talento visual, que pueden percibir
tonalidades o composiciones de colores que para muchos de nosotros, podrían pasar
inadvertidas, creo en definitiva, que si hay una predisposición, pero no
obstante esto que menciono, creo que el ser humano por lo común, nos
comunicamos o dialogamos o filosofamos, con el “habla”, la “retorica”, el
lenguaje, y aunque ya sabemos que hay un lenguaje silencioso (corporal, tácito,
inferido, deductivo o velado, y hasta subliminal), el principal “vehículo” de
nuestra gnosis, pensamiento, sueños, anhelos o filosofía, se va articulando con
las palabras, con conceptos que vamos retomando y trayendo para apoyar o
desarrollar a nuestro discurso, ¿qué tan reincidente es o repetitivo es nuestro
discurso?, se decía que los conceptos o ideas se irían eslabonando en una
especie de sinapsis, creando grandes conjuntos conceptuales que serian más
determinantes de nuestro accionar voluntario o no, y de allí, de esos conceptos
o reforzamientos reincidentes, y que por diferentes motivos nos llegaron, creándose
todos nuestros conductos “deferentes”, por donde se conducen nuestras
percepciones y damos también además nuestras respuestas en nuestro entorno, sin
embargo, claro que podríamos decir que hay otros elementos que nos pudieran
estar determinando, de alguna manera, nuestra consciencia total, este sumum de energía
en que se confluyen tantas vertientes en nosotros, en esencia tenemos que
traducirla de algún modo y considero que es la única manera de eslabonar ese
universo interior que cada uno tiene y que debería ser casi, casi un
apostolado, el encuentro con uno mismo, ese ser que desconozco como un todo, en
el interior mío, con el cual cohabito y no puedo desligarme del mismo, el
artista puede canalizar ese inquietud o energía alocada, o “dispersa”, por medio
de su arte, pintar, construir algo, ser un actor, un cantante, un escritor, y
es a través de este “arte”, que aun pudiera ser rustico o muy elaborado, el
artista logra colocar ese “algo” que en mínima parte, aunque sea, quiere o
anhela expresar, pudiera en una piedra gruesa, rustica, haber querido expresar
una cierta idea, algo, su profundidad, su rectitud, su posición, el entorno, algún
color, etc., la suma y el detalle, pudieran haber sido dispuestos de manera arbitraria
pareciera, pero no, lo más probable es que no.
Vemos pues que el talento artístico ya se trae o no se trae, sin
embargo, a pesar de ello, ¿podemos reinsistir, pretender algo hacer?, muchos
grandes artistas connotados, Leonard Bernstein insistía en la importancia del
quehacer cotidiano, persistente, consistente, el ensayo, dándole un valor e
importancia indispensables, el decía que solo a través de ello, de dominar la “técnica”,
podría entonces el artista, predisponer el gran concierto, la obra prima,
excelsa y así lo creía fehacientemente y lo desarrollaba en su persona y sus
alumnos. ¿Esto significa que debemos tomar grandes academias en colegios
connotados con grandes artistas?, en verdad que no lo creo consistentemente,
porque afortunada o desafortunadamente, cada persona tiene su manera muy
peculiar y particular de expresar su “arte”, cuando los maestros o educadores “moldean”
al pupilo, les están conduciendo por un terreno que quizás no sea el suyo, ya
para reforzar sus propios conceptos o alcances, de alguna manera le “cercena”
sus alas de libertad que debe cada quien buscar y extender, entonces, ¿a que me
refiero con la practica?, en el caso del escritor, tan solo debe de escribir,
¿de qué?, de lo que él quiera, estoy convencido que un verdadero escritor se va
consolidando cuando a través de este ejercicio cotidiano, se encuentra mas cómodo
con el encuentro de su mensaje extrovertido, más próximo, más fiel a su sentir,
a su idea o sentimiento o sueño, por tanto, creo que un “novel” escritor deberá
inclinarse a escribir, por aquello que le apasione de verdad, ¿qué quiere
hablar de las arañas?, que hable, ¿qué quiere hablar de la tristeza?, que hable,
en verdad, yo estoy plenamente convencido que crear para el gusto de “alguien”,
siempre nos dejara un cierto vacío y que sin embargo cuando el mensaje sea el mío
propio (así con pleonasmo), me sentiré muy bien de haberlo expresado.
Este pues, es un pequeño ensayo o aporte, para invitar a aquellos que
quieran algo decir, que lo hagan, que no se queden callados y que se expresen, de
menos, su sentir, cualquiera que este sea, tendrá una definición y manifestación
que seguro les ayudara a tener más confianza consigo mismos, aunque esto ya es
parte de otro tema.
Saludos cordiales.
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