lunes, 5 de octubre de 2015

México, su rumbo (Justicia)

2. Justicia

Como se mencionaba anteriormente, el tema de la justicia en México, deja mucho que desear, y no es el caso aquí el introducirnos a la polémica acerca de lo que el Derecho debe de ser, positivo, natural, sustantivo o adjetivo, derecho comparado, Common law, etc., en la actualidad, el mismo ya trae un largo historial y bagaje, que difícilmente se podría alterar o modificar, sin resultados más graves de los que se quieran resolver, pero si se hace evidente que la justicia mexicana tiene grandes temas pendientes:

a.       Claramente todo el aparato de justicia, descansa en las leyes y lo que viene a hacer el juez, es observar que la justicia obedezca a la correcta aplicación de las mismas, los jueces no legislan específicamente, solo observan su aplicación en la práctica, pero sin embargo en un momento dado en una defensa o enjuiciamiento, pueden ellos argumentar una cierta jurisprudencia o ley o simplemente “olvidarse” y dejar que los procesos judiciales pudieran inclinarse en un sentido o en otro, obedeciendo a cantidad de razones y motivos: presión, chantaje, amenazas, dinero. Al final y en la última instancia judicial, diez personas y un presidente tienen la última palabra al respecto y desafortunadamente para la historia legal en México, ha habido pésimas experiencias que contarse, indistintamente de que si fue justa o no la resolución: la francesa Cassez por decir alguno. México tiene temas pendientes muy álgidos en los temas especiales de justicia, primero se tiene que legislarlos, no por sacar votos o dividendos políticos, cosa que ha sido la razón de muchas propuestas que se han dado, temas como: la destitución de altos funcionarios por corruptos, sean presidentes, gobernadores, diputados y senadores; el aborto, la legalización o no de las drogas, los derechos humanos, los desaparecidos políticos, los crímenes de estado, controversias constitucionales, el abuso de alguna autoridad de gobierno, el amparo, etc. Y difícilmente se puede ver, sobre los hechos actuales, que estos ministros pudieran tener todo el poder necesario para tomar cartas en el asunto al respecto, no importando el sueldo excesivo que pudiera pagárseles, esta no es y no ha sido la respuesta para garantizar una justicia plena.  Propongo un tribunal especializado que pueda concurrir en los juicios más importantes o especiales (por ejemplo ahora se plantea la destitución del presidente), especialistas en el Derecho, profesores o estudios de la ley, antropólogos, sociólogos, etc; el fin de este grupo es tomar una muestra tanto de los especialistas ajenos a los procesos judiciales del estado, como de la población civil que pudiera estar interesada en que se dé un fallo justo, además de televisar y testimoniar transparentemente todo el proceso, quizás de esa manera se podría “evitar” que solo un pequeño grupo de magistrados, tengan a bien determinar si un juicio es absolutorio o punitivo, que obligados por diversos motivos y razones, ellos puedan inclinar injustamente su balanza.

b.      El estado actual en el tema de justicia está muy atrasado, hay cantidad de casos que no tienen una resolución positiva o negativa, y tardan a veces años en darse una resolución con el consecuente desgaste institucional, de las partes involucradas, de las leyes, etc. Y constantemente se hace mención de que se ocupan más recursos para avanzar y posiblemente sea así, pero sin embargo debe de buscar aprovecharse al máximo los recursos del estado, ya que muchos de estos han caído en el dispendio, los menos, o en la corrupción lo más grave, porque no hay una clara transparencia de la aplicación de los mismos o elegibilidad hacia donde deben destinarse con mayor celeridad, entonces, si se hace necesario una revisión exhaustiva de estos casos pendientes que hay y se debe de buscar darle una salida justa, con la mayor celeridad, buscando instancias económicas y no dispendiosas (por medio de estudiantes o voluntarios sin sueldo, por ejemplo), el punto es, dar una solución justa, en el menor tiempo posible.

c.       Otro tema es el tema de los elementos de la justicia primaria, esto es: los Ministerios Públicos, en México, es bien sabido que la mayoría si no es que todos, son “corruptos”, que equivale a decir que se venden al mejor postor, de tal suerte que si uno de los involucrados cuenta con “recursos”, lo más probable es que sea considerado con deferencia, ¿y el otro involucrado?, tendrá que recibir los resultados de tal predilección. Un primer punto importante entonces sería el buscar mecanismos reales y prácticos para controlar tal desatino, ¿cómo?, por medio de “sensores”, supervisión, transparentar toda la documentación, leyes que inhiban un mal proceder, etc.

d.      Otro tema es la policía, de todos los órdenes, auxiliar, judicial, federal, estatal, única, guardias privados, etc. ¿Cómo realmente controlarlas y ver que hagan su trabajo eficientemente?, otra vez el tema aquí, vuelve a ser la corrupción, y de nueva cuenta se ve claramente la necesidad de una ley anticorrupción que real y claramente inhiba a la corrupción en todos los niveles, sin esta, todos los filtros posibles, habidos y por haber no tendrán ningún buen resultado, primero se debe atacar la causa de su deterioro: la corrupción.

Entonces en resumen se ve claramente la necesidad de la Ley Anticorrupción para que el tema de justicia avance, sin esta, el sistema de gobierno no podrá establecer un avance significativo, la corrupción minara cualquier intento.


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