2. Justicia
Como se mencionaba anteriormente, el tema de la justicia en México, deja mucho que desear, y no es el caso aquí el introducirnos a la polémica acerca
de lo que el Derecho debe de ser, positivo, natural, sustantivo o adjetivo, derecho
comparado, Common law, etc., en la actualidad, el mismo ya trae un largo
historial y bagaje, que difícilmente se podría alterar o modificar, sin
resultados más graves de los que se quieran resolver, pero si se hace evidente
que la justicia mexicana tiene grandes temas pendientes:
a.
Claramente todo el aparato de justicia, descansa
en las leyes y lo que viene a hacer el juez, es observar que la justicia
obedezca a la correcta aplicación de las mismas, los jueces no legislan específicamente,
solo observan su aplicación en la práctica, pero sin embargo en un momento dado
en una defensa o enjuiciamiento, pueden ellos argumentar una cierta
jurisprudencia o ley o simplemente “olvidarse” y dejar que los procesos
judiciales pudieran inclinarse en un sentido o en otro, obedeciendo a cantidad
de razones y motivos: presión, chantaje, amenazas, dinero. Al final y en la última
instancia judicial, diez personas y un presidente tienen la última palabra al
respecto y desafortunadamente para la historia legal en México, ha habido pésimas
experiencias que contarse, indistintamente de que si fue justa o no la resolución:
la francesa Cassez por decir alguno. México tiene temas pendientes muy álgidos
en los temas especiales de justicia, primero se tiene que legislarlos, no por
sacar votos o dividendos políticos, cosa que ha sido la razón de muchas
propuestas que se han dado, temas como: la destitución de altos funcionarios
por corruptos, sean presidentes, gobernadores, diputados y senadores; el
aborto, la legalización o no de las drogas, los derechos humanos, los
desaparecidos políticos, los crímenes de estado, controversias
constitucionales, el abuso de alguna autoridad de gobierno, el amparo, etc. Y difícilmente
se puede ver, sobre los hechos actuales, que estos ministros pudieran tener
todo el poder necesario para tomar cartas en el asunto al respecto, no
importando el sueldo excesivo que pudiera pagárseles, esta no es y no ha sido
la respuesta para garantizar una justicia plena. Propongo un tribunal especializado que pueda
concurrir en los juicios más importantes o especiales (por ejemplo ahora se
plantea la destitución del presidente), especialistas en el Derecho, profesores
o estudios de la ley, antropólogos, sociólogos, etc; el fin de este grupo es
tomar una muestra tanto de los especialistas ajenos a los procesos judiciales
del estado, como de la población civil que pudiera estar interesada en que se dé
un fallo justo, además de televisar y testimoniar transparentemente todo el
proceso, quizás de esa manera se podría “evitar” que solo un pequeño grupo de
magistrados, tengan a bien determinar si un juicio es absolutorio o punitivo,
que obligados por diversos motivos y razones, ellos puedan inclinar
injustamente su balanza.
b.
El estado actual en el tema de justicia está muy
atrasado, hay cantidad de casos que no tienen una resolución positiva o
negativa, y tardan a veces años en darse una resolución con el consecuente
desgaste institucional, de las partes involucradas, de las leyes, etc. Y
constantemente se hace mención de que se ocupan más recursos para avanzar y
posiblemente sea así, pero sin embargo debe de buscar aprovecharse al máximo los
recursos del estado, ya que muchos de estos han caído en el dispendio, los
menos, o en la corrupción lo más grave, porque no hay una clara transparencia
de la aplicación de los mismos o elegibilidad hacia donde deben destinarse con
mayor celeridad, entonces, si se hace necesario una revisión exhaustiva de
estos casos pendientes que hay y se debe de buscar darle una salida justa, con
la mayor celeridad, buscando instancias económicas y no dispendiosas (por medio
de estudiantes o voluntarios sin sueldo, por ejemplo), el punto es, dar una solución
justa, en el menor tiempo posible.
c.
Otro tema es el tema de los elementos de la
justicia primaria, esto es: los Ministerios Públicos, en México, es bien sabido
que la mayoría si no es que todos, son “corruptos”, que equivale a decir que se
venden al mejor postor, de tal suerte que si uno de los involucrados cuenta con
“recursos”, lo más probable es que sea considerado con deferencia, ¿y el otro
involucrado?, tendrá que recibir los resultados de tal predilección. Un primer
punto importante entonces sería el buscar mecanismos reales y prácticos para
controlar tal desatino, ¿cómo?, por medio de “sensores”, supervisión, transparentar
toda la documentación, leyes que inhiban un mal proceder, etc.
d.
Otro tema es la policía, de todos los órdenes, auxiliar,
judicial, federal, estatal, única, guardias privados, etc. ¿Cómo realmente
controlarlas y ver que hagan su trabajo eficientemente?, otra vez el tema aquí,
vuelve a ser la corrupción, y de nueva cuenta se ve claramente la necesidad de
una ley anticorrupción que real y claramente inhiba a la corrupción en todos
los niveles, sin esta, todos los filtros posibles, habidos y por haber no tendrán
ningún buen resultado, primero se debe atacar la causa de su deterioro: la corrupción.
Entonces en resumen se ve claramente la necesidad de la Ley Anticorrupción
para que el tema de justicia avance, sin esta, el sistema de gobierno no podrá establecer
un avance significativo, la corrupción minara cualquier intento.
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