martes, 6 de octubre de 2015

México, su rumbo (4. La Salud)

        4. La Salud.

Aquí si vale traer alguna referencia que nos auxilie, la Organización Mundial de la Salud la define asi:

¿Cómo define la OMS la salud?

"La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". La cita procede del Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, firmada el 22 de julio de 1946 por los representantes de 61 Estados (Official Records of the World Health Organization, Nº 2, p. 100), y entró en vigor el 7 de abril de 1948. La definición no ha sido modificada desde 1948.

El estado como gestor y vigilante de la salud de sus conciudadanos, tendría que atender estos requerimientos, que son varios:

a.       Ausencia de Afecciones o enfermedades.
b.      Bienestar Físico.
c.       Bienestar Mental.
d.      Bienestar Social.

¿Cómo estos se presentan actualmente en la realidad mexicana?

a.       Ausencia de afecciones o enfermedades. Este tema actualmente cubierto por diferentes instancias: el IMSS, el ISSSTE, El Seguro Medico Popular, los Hospitales Privados, (principalmente), traen arrastrando, una serie de elementos muy significativos, básicamente la salud pública:

La carga financiera al erario es excesiva y no se ve que avancen en lo general la calidad y cantidad de los servicios a los usuarios, muchas veces no hay medicamentos, la atención personalizada es de pésima calidad y calidez, es deficiente, porque el personal médico debe de atender a un enorme número, continuamente se sabe de malversación de los recursos destinados, son insuficientes los hospitales para la población existente, las zonas marginadas, también lo son en este sentido, no se atienden. Prácticamente en cada opción donde el gobierno tiene injerencia, la atención de la Salud es un desastre, en resultados, calidad y cantidad. Y no se hable de los programas o proyectos a largo plazo, estos no se consideran más que de manera lateral, muy mínima (por la falta de recursos). Eventualmente la salud privada ha venido a ser una salida para quien puede pagarla, que obvio no es para todos, sino para sectores muy acotados de la población, pero en el fondo o trasfondo de esta enorme desatención bien pudieran estar interesados estas instituciones privadas, lograr generar grandes riquezas, a costa de la salud del ciudadano. México ya ha ganado mucho con su Sistema de Salud, aunque con grandes falencias, valdría la pena establecer un plan de rescate importante de este sistema, hay demasiada infraestructura, como para perderla en intereses muy mezquinos.

Se tendría que revisar a fondo y con todos los especialistas necesarios, el estatus y las posibles salidas al respecto, para poder llegar a:

·         Tener una cobertura universal de salud (que todo ciudadano mexicano tenga acceso a la salud), indistintamente de su estado laboral.
·         Que las principales causas de la enfermedad endémica y epidémica, sean atacadas con mayores recursos y mejor aprovechamiento de los mismos.
·         Que haya unidades de salud en todas partes, para evitar la desatención de la población vulnerable.
·         Que los grupos vulnerables en México, sean debidamente atendidos, en todos los órdenes.
·         Que todo tipo de afectación de la salud, de cualquier tipo, sea atendida por el Sector Público de Salud.
·         Que en sí, se considere, la Salud como un Derecho Inalienable de cualquier ciudadano, sin exclusión.

Es obvio que pretender alcanzar este esquema tan solo, implica un enorme esfuerzo, sin embargo que no se diga que no se puede, aunque poco a poco y eventualmente, deberá alcanzarse, saneando la cuenta pública, transparentando los recursos, aprovechándolos al máximo, erradicar la corrupción, quizás reordenando los acuerdos con los Sindicatos, es curioso como en México, algunos Sindicatos llegan a tener más poder que el Estado mismo, estos (los Sindicatos), realmente ellos llegan a poner las condiciones de desarrollo, en este caso del Sector Salud, peleando derechos imposibles de solventar en una Economía realista del México actual, llegando a sentirse como trabajadores de primera, por encima de aquellos a quienes sirven y además hacen y se sienten muy impunes, porque saben bien a bien que sus sindicatos les habrán de proteger de todas sus acciones nefastas y nocivas, temen que el Sindicato no les proteja, más que una mala acción y sus consecuencias legales o su ética, si es que la tienen.

b.      Bienestar físico. Es todo un tema en México este, es bien sabido que para alcanzarlo concurren una serie de factores, que hoy por hoy ni siquiera se consideran:

·         Instalaciones deportivas adecuadas.
·         Educación básica para la población para que considere esto como algo indispensable, el ejercicio físico.
·         Organización de la población civil para realizar eventos autónomos, auspiciados por el gobierno.
·         Programas educativos en las escuelas públicas, en las empresas, en todas las instituciones, sobre la salud física.
·         Revisión exhaustiva de las instituciones actuales que ahora están dedicadas y que no han cumplido debidamente su función, ya sea por la falta de recursos o supervisión, coordinación o esquema, o bien, simplemente la consabida corrupción. Desarrollando quizás un reacomodo de todo el organigrama, para alcanzar las grandes metas.

En si es lograr educar o habituar al ciudadano a la práctica de actividades deportivas en todas las edades, principalmente para la prevención de su salud y si además se logran deportistas competitivos a nivel mundial, serán bienvenidos, pero lo principal es la población en general. Consintiendo con el hecho ya sabido de que un deportista, procura no excederse en ciertas actividades nocivas para su salud: fumar, beber, drogarse, y que ello al tiempo, vacía las cárceles porque ya no llegan los jóvenes y viejos extraviados. El bienestar físico, es un excelente soporte para ello.

c.       Bienestar Mental. Hay una nefasta indisposición al tema de Salud Mental, se considera que aquel que puede asistir con un Psicólogo u orientador de cualquier tipo, ya está en severos problemas y que por ello asiste con el especialista y no se diga, si va con el Psiquiatra o Psicoterapeuta, casi creen que deben mantener muy grande su distancia, para no ser atacados o violentados por esta persona desquiciada. Poca gente en México, sabe que prácticamente todas las personas, la mayoría pues, caemos en la categoría de neuróticos, porque si no caeríamos en la otra, psicóticos y que estos obedecen a casos realmente graves, pero afortunadamente son una excesiva minoría y que si requieren obviamente la asistencia médica especializada de los Psiquiatras y las Instituciones Especializadas para ello, y que solo ellos (los especialistas) podrán emitir un juicio y diagnostico calificado, nadie más, hasta los mismos grupos de autoayuda así lo establecen. Entonces romper con esta cultura de rechazo al tema de salud mental es todo un reto, muchas personas en México, prefieren los viejos y ancestrales métodos de asistencia: lo que me diga la comadre o el compadre, mi madre, mi padre o una persona de “confianza”, un libro de autoayuda, un sensei o padrino, el cura, el grupo de autoayuda o el padrino o la madrina, el espejo, etc. Nada de lo anterior planteado es inadecuado, pero sin embargo, yo diría algo muy importante, la “percepción”, que tenga nuestro guía obedece a infinidad de variables y ascendientes, por ejemplo la relación padre-hijo, de muchas maneras está viciada de entrada, en el mejor de los casos procuramos evitarles el dolor a los hijos, evitándoles el crecer y madurar en el dolor, cosa que la vida es, y que solo la persona al aplicar su orientación en su práctica, con sus recursos, asumirá todos los efectos de dicha práctica, será entonces el beneficiario o victima de lo mismo, se escucha con facilidad en las platicas de ayuda: pues déjalo, pues cásate con él, pues embarázate, e infinidad de sugerencias u ocurrencias, que de seguirlas fielmente, afectaran sensible y notablemente a la persona y su futuro. Es deveras increíble como en México somos muy dados a ello, a querer encausar prácticamente en todo, a las personas cercanas a nuestro derrededor. Es por tanto todo un tema, poder ir coadyuvando en ello, lograr:

·         Evitar el rechazo a la orientación psicológica o especializada, del personal competente. En dicho tema.
·         Crear programas educativos a nivel nacional, para ello. Para la prevención y para la asitencia.
·         Buscar una cobertura nacional.
·         Que la cuestión de valores, se vaya llevando desde el principio escolar y en todo el trayecto educativo, que busque ser formativo y no solo como una materia.
·         Desarrollar programas que fomenten la salud mental con actividades recreativas: pintura, poesía, escritura, declamación, música, escultura, lectura, danza, yoga, etc.

En si es buscar actividades que vayan llevando a lograr que todo ciudadano cuente con los elementos suficientes para tener un sano desarrollo mental y emocional, por diversas actividades recreativas y de apoyo institucional y de gobierno, evitando que la persona en si no se encuentre sola con sus problemas existenciales y a expensas de la ocurrencia de personas con buenas intenciones, en el mejor de los casos, pero no necesariamente bien preparadas para ello.

d.      Bienestar Social. Actualmente en México y en el mundo, se está dando un reajuste necesario en el tema de valor al tema referente del éxito y realización personal, se decía: “cuanto tienes, cuanto vales”, tienes mucho, vales mucho, no tienes nada, no vales nada y este ha sido el motor de la economía y del bienestar social, y todo lo que concurra, alcanzar el pináculo del bienestar social es alcanzar el mayor estatus económico y de poder de adquisición, “estatus social”, esto a la luz de nuestras actuales circunstancias, definitivamente ya está cambiando necesariamente, esta inercia atroz que nos llevaba a considerar que mientras más teníamos mejor realización podríamos considerar, nos llevaba o marginaba entre dos extremos, el éxito y lo que “significaba”, casas, mujeres u hombres bellos, según el caso, posesiones majestuosas, indumentaria, viajes, enorme patrimonio, dispendio, vacaciones constantes, etc. y el opuesto, lo que la mayoría vivimos o alcanzamos con nuestros escasos esfuerzos o luces (o porque solamente es un sueño, una quimera, la zanahoria para el conejo), una vida pues, muy mediana, si no es que totalmente mediocre o hasta pobre o miserable, afectando esta percepción principalmente a las clases medias o pequeño-burguesas, porque la gente realmente pobre, esta no ha resentido esta tiranía, entre el tener y el ser, que ha sido el motor económico de nuestro mundo occidental.
Luego entonces, ¿cómo revertir este fenómeno o percepción?, es todo un reto, cambiar este paradigma o axioma que nos ha gobernado por tanto tiempo y solo se ve claramente que este podría darse tan solo, desde la educación de valores desde la cuna u origen y durante todo el trayecto de vida, habría que revertir el axioma, vale más ser que tener, y esto en definitiva, no va a ser nada fácil y no hablo de cambiar el tipo de régimen, de capitalista a socialista aunque no sería mala idea en un momento dado, sin embargo deberá ser muy acotado, para evitar las pésimas experiencias de sociedades que ya incurrieron en ello y no les dio un buen resultado.

Pero en el caso de México, ¿cómo sería la definición de Bienestar Social, más estrictamente?, es relativamente fácil definirla, alcanzarla es otro boleto:

·         Que toda persona pueda contar con un empleo digno, que le permita a él y su familia, vivir decorosamente, sin restricción de su edad, sexo, idiosincrasia, etc..
·         Que toda persona, pueda lograr tener la facultad de así quererlo, de adquirir una vivienda también digna para él y su familia (de tenerla).
·         Que la seguridad social donde se desenvuelva, sea la adecuada, que le permita llevar su vida sin contratiempos continuos y nefastos de inseguridad y latrocinio, que puedan estarle afectando en su confianza, estabilidad emocional, patrimonio, de él (o ella) y su familia o descendencia.

En sí, es procurar lo más idóneo de alcanzar un bienestar social, que le permita llevar una vida tranquila y sin sobresaltos importantes.


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