domingo, 20 de septiembre de 2015

Alma diletante,...

En la arritmia del verbo, la mentira y la lisonja,…
enclavada en hondonadas de infortunio,..
cabalgaba la inerrada muerte, que en vida ella susurraba,..

Yermas todas sus manos, hirsutas su palabra y sus barbas,..
dialogaba,…, versaba,…, deambulaba,…

Con el buen pastor, o con el mendigo trovador,..

Acaso algo alcanzaba a comprender ya su acequia,..
su sed, su interrogante ya planteada,..

Caminante vagabundo,.., sin gloria, sin destino,.., sin glosa,..
erraba,…, erraba,…

Ay hermoso balastro, cetro, visión,.., estrella,…
que todo ello te clama,…, ¡vibra y brilla!,…

Y conmueve, crea un tremor entre tus ojos,…
en el centro de tu espíritu, tu estrella,…
en el centro de ti,…

Te conmueve,…, a una lágrima verter,…
un osado silencio, una conjugación de todos los recuerdos,…
y los temores incipientes,…
permanentes tras de ti,.., tras de tu aurora,…

Divina la gracia,…
la estatura tan pequeña humana de tu polvo,..
cósmico,…

Un rellano de tu hermoso cosmos,…
ironía de tu vida,…

Alma suave diletante tan umbría,…
que puede alegrarse en un momento,..
en una súplica,…
brilla, brilla,…


No hay comentarios.:

Publicar un comentario