Cierto es que
podemos,..
cercenar vidas de
otros seres,..
mentir, engañar,
traicionar,..
o maldecir,..
Condición humana que
poseemos,..
que quizás alguna
o muchas veces,..
convocados,..
fuimos capaces de
tales acciones,..
por pereza,
debilidad, estupidez, o locura,..
Muy cierto es que
esa parte obscura, densa,..
del humano,..
la tenemos,..
Pero ay de
nosotros que llevados,..
por esta
potencialidad,..
la ejercemos,..
nos caemos,..
derivamos,..
Concluimos,..
que esa es la
condición más clara y nítida,..
del humano ser,..
lo abyecto, lo
prohibido, lo perverso,..
Sin embargo,..
y no
necesariamente expoliados por la culpa,..
el otro lado,..
la luz,..
la elevación,..
también es una
potencia que poseemos,..
pero que debemos
ejercer,…, habilitar,..
educar,.., amar,..
Nada fácil,..
porque de menos
nos consideran tontos,..
ingenuos, probos,
mentirosos,..
“lentos”,..
Como si lo
abyecto, lo torcido, lo perverso,..
fuera lo único que
el humano ser,..
pudiera lograr
alcanzar,..
condición sine qua
non,..
Y en verdad que yo
no lo creo,..
para mi,..
es un ejercicio intenso
de por vida,..
tener o poseer fe
en sí mismo,..
en la gente, el
futuro, la luz del amor,…
Quizás como un
tenue,…
un leve rocío,..
que refresca,…
muy poco a poco,..
ciertamente,..
Y si concibo,..
que Dios nunca nos
abandona,..
que nos ama,…
dulce y
tiernamente,..
cada día,..
al posibilitarnos abrir
nuestros ojos,..
que hermosura,…
Es mi fe, es mi
creencia,..
sólo mía,..
y no creo ni
quiero,..
hacer una
guerra,..
tener adeptos,..
confrontar y
desnudar,..
a quien crea
diferente,..
Yo concibo,..
que cada quien
formula,..
su propia vida,..
su fe, su
entereza,..
Y al final,..
recibimos lo
consecuente,..
todos, todos,..
no me excluyo,..
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