Jorge,...

(y tus hermanos)

Hay momentos,…, que quisiera uno detener en el tiempo,…
pero es imposible, acaecen esas cosas que parecen unas sensibles derrotas,…
ese detritus y muy mala nota que obtenemos en la escuela de la vida,…
quisiera uno borrarlos, desaparecerlos y no nombrarlos por su nombre,
olvidarlos,…
en el balance, de lo bueno y lo malo de la vida, quisiera uno que lo positivo,
alegre, fuera lo dominante,…, aquella sonrisa bella, esa mirada inocente,…
esa fiel creencia de niños, hermosa, bonita,…

Quisiera uno pues, separar los momentos valiosos, solo esos nada más,…
y recordar esa clara sonrisa,…, esa malicia, esa facilidad impronta
de improvisar, y esa facultad y facilidad de jugar, de estar alegre,…, espontaneo,…
creativo,…, creyente (creo en ti,…)

Y no importando las carencias o el mal espíritu,…, pues todo es rebasable,…
todo es perdonable,…, y no se dimensiona como un colapso un anagrama,…
una encrucijada perversa,…, pues todo fluye,…, pertenece,…, se resuelve,..
casi por sí solo, de manera muy “natural”, dinámica,…

Todo responde,…, el cuerpo, las manos, la voz modula adecuado,…
y las palabras son bien elegidas y el sentimiento bello aparece,…, y se distiende,…
se crea el afán, el compromiso, la gratitud, la sobriedad, y la felicidad en resumen aparece,
y la paz,….

Ojala recordemos eso,…, ojala no olvidemos eso,…, que merecemos,…
que poseímos esto alguna vez, y que es un derecho que nos pertenece,…
y nada ni nadie (solo nosotros) podemos abortar, eludir,…

Ya,…, quisiera que te regresaran esos momentos a ti y a tus hermanos,…
no crean definitivos todos los saldos, no se siéntan ya derrotados o a medias,…
no,…, la vida, su vida, apenas comienza,…, animo que es lo que yo les aliento,…
busquen, procuren ser felices y si no es posible hoy, comiencen en esa resolución,…
con diligencia, con bondad, con entusiasmo,…