viernes, 27 de septiembre de 2024

Leo,...

Aunque pequeño, eso no significa muy poco valor, aprecio,…
antes lo contrario,…, se ama incondicionalmente la frágil vela, el destello,…
pues en el mundo tirreno, en el caos tremendo, en el azar cotidiano,…
en la vida o en el colapso del mundo,
se aprecia ostensiblemente lo nuevo, la esperanza,…
y eso son los pequeños,…

Los “mayores” ya sabemos que gradualmente esa sonrisa podría acabar,…
tornarse distinta, escéptica, mordaz, hiriente, burlesca o….
esa cara igual llorar, y el espíritu deprimirse, “desangelarse”,…
y el alma ídem…
apagarse, nublarse,…

Y tornarse la lógica inconexa,…, sufrir un paro celular, dejar de crecer,…
tener un miedo ilógico,… o quizás no tanto,…, caer en la medianía,…
medio vivir, medio morir,…, medio amar,…

O padecer alguna tiranía,…
una exigencia que exigua el alma, el espíritu,…
no ser feliz,…, tornarse débil,…, ante el ocaso, la incertidumbre,…

Yo espero, anhelo, deseo que no,…
solicito, una imponente imploración al ancho cielo,
una petición que sé que yo no puedo exigir,…
que iría contra todo sentido lógico, ¿un milagro?,…
si, sé que lo es,..
erradicar ese funesta ecuación o karma,…
romper el ciclo,…
¿será posible?....

Aunque mis ojos no comprendan,…, no lo vean o perciban,…
ojala,…

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