miércoles, 11 de enero de 2023

Autoparlar,…

(¿Narcisimo?)

En verdad alma mía, corazón,…
¿pudiera verte a los ojos y preguntar?,…
¿que será de la muerte colibrí?,…
¿del azar que siguiera al no estar tú?,…
-y ¿quién pregunta, quien plantea, este requerimiento
jabalí?,…

No sé, he aprendido a hablar conmigo mismo,…
mi casi fiambre, parlando con mis “departamentos”,…

El inefable soñador borracho de pasiones,…
el juez implacable que me exige demasiado y constante,…
la voz de mi madre que de continuo oigo a veces sus gritos,…
¡Patricio, Patricio!,…
pero en veces, siento su caricia y su amor,…
la primera que me fue negada,…, en vida,…

Quizás de allí nace esta sed inefable,…, de amor, de caricia
y calidez que he buscado,…, y si,…, no he encontrado
y creo no encontrare, el lobo depredador humano
(Hobbes),…, que siempre busca el “someter”, conquistar
a su par,…, yo mismo,…, lo sé,…

Amado corazón incierto conquistador,…
¿dónde la penumbra empieza y donde acaba musitador?,..
¿quién te llama a rimar, contemplar, preguntar, requerir a tanto?,…

No sé yo,.., solo aparecen estos “trozos”,…, ya sé que “alguien” me ha
diagnosticado con cierta “fiebre”, si, lo sé,…
pero en verdad tanto no me importa,..
y como digo,…, he aprendido a hablar conmigo mismo,…, ampliamente,…
versículamente, sosegadamente, pacientemente,..

Me socavo, y me enaltezco a veces,…, me cuestiono a mí mismo, igual, tantas veces,..
y a veces las respuestas son: dinámicas, elocuentes,…, tristes o alegres,…
pero indistinto de su lógica o ética o estética,…, cuando ellas emergen,…
me “alivian”, quizás por un momento o por años,…, todo “depende” de mi otredad,…
de mi “equilibrio” tan solo, nada más,…



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