viernes, 28 de junio de 2019

Señor tristeza,…


Dígame usted señor tristeza,..
¿llegara el día en que sancione a sus lágrimas,..
o algún día, ellas dejen de brotar?,..

¿Acaso se acabó el mar, y ya no hay gaviotas, aves, ya no hay?,..
por favor dígame usted,..

Y las pléyades,.., las estrellas todas,..
ellas,…, ¿ya acaban de brillar?,..

Y los niños, los bebes,.., ¿ya no nacen más?,..
indistintamente de cómo se aparean algunos insensibles humanos,..
los bebes,.., ¿ya no nacerán?,..

Y las palabras, ellas contenidas, retenidas,…
en cantaros milagrosos, maravillosos,.., geodas luminosas,..
clepsidras,.., fractales,…, ellas,…

¿No se encontraran, no serán dichas, enunciadas?,…

Y aun así, en el profundo silencio, en el marasmo casi total,..
el las grita, las dice, las encuentra, ellas hablan,..

Y “alguien” si le escucha y le traduce,.., las rescata,…

Ya ve usted señor tristeza,..
a pesar de su obscuro y sensible grave pesar,..

Esa desesperanza en su andar, en su transitar,…

La vida, la hermosa luz, el amor que siempre remonta,..
la expansión de la vida en cada milisegundo,.., o parsecs,..

Ella se ofrece plena, alegre,.., colora,.., hermosa,..

Dejad ya pues de llorar señor tristeza,..
cierto que nuestro magro físico ser,..
que con solo tiempo, este deplora,..

No debe nuestra alma acompañarle,.., agotarse,.., extinguirse,..
y decaer,.., con él,…

Antes debemos, con entusiasmo,..
esperar la trascendencia,.., de nuestra alma,…
ella poder volar,..

¡Animo!, está por fin llegara,..
por favor, confiad,.., esperad confiadamente,…

¿Qué ella es una promesa vacía, hueca señor tristeza?,…
no,.., ello es lo único posible y evidente,…
en verdad, ¿no lo cree usted?,..



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