Deuda,..

¿Y qué es esto de los años otoñales?,..

es casi invierno,..

y  que pocas palabras, sentimientos pudieran mover a nuestras fibras,..

se ha apostado tanto,.., tantas veces,.., que posee uno un enorme bagaje

de dudas ya resueltas y muchas ciertamente para mal,…

La sentencia es tremenda,.., y tan claramente es que,..

siempre hay dos versiones de la vida,..

de víctima o victimizador,.., y en las dos, ello contrae demasiada miseria,..

Pero sin embargo no fue nuestra voluntad,.., nuestro albedrio que les tomo,..

casi que fueron heredadas,.., como “sellos”,.., títulos que se nos hubieran concedido,..

ya lo decía la palabra,.., sudaras para lograr tu alimento,.., de vida,.., y si no lo contrario,..

Hoy día me cuesta un buen todavía comunicarme con un hijo mío,..

claro que fui un desgraciado con mi pequeño,..

y la culpa derivada siempre me movió el piso,.., me desubico,..

y a resultas, hoy tengo esa “deuda”, pendiente,.., el poder trascender estas limitantes,..

superfluas,.., que me impiden el poder proceder con justicia,..

abonar a ello,..

Y sé que no es solo con la culpa que yo pago,..

tampoco con pervertir la relación y ser condescendiente,..

un padre no puede darse el lujo de no indicar los yerros de sus hijos,..

el ser humano ocupa de la guía,.., de alguien,..

que mejor que un padre o una madre,..

que claro,.., le quiera,.., le ame,..

Pero ello no se da por un decreto,..

y claramente no se impone a los hijos mayores,..

debe haber cierto grado de empatía,.., y no una simulación,..

en ello estoy,.., buscando trazos,.., caminos para ello,..

como cuesta,.., encontrarles,.., en el terreno amplio, tan versátil,..

gigante del alma,..

Las recetas simples, tontas, estúpidas,.., infantiles,..

no,.., no sirven,.., hay que templar bien el corazón y el alma permitir,..

que nos conduzca,.., y no tanto alguna lógica razón,..