Urgente,.., amar,..

Ante tanta locura,.., de soledad y muerte,..

desaparecidos,..

Odios y rencores reincidentes, pegados como costras,..

Se hace urgente, necesario más que nada,.., amar,..

así, en infinitivo,.., abierto,.., como el enorme mar,..

Amar a la razón, más que a la fuerza,..

amar toda vida,.., cualquiera que ella sea,..

Amar al ser humano, al dichoso, al paria,..

al hombre como género,..

no separar, al hombre versus la mujer,.., su par,..

Permitirnos el espacio del silencio,.., para escucharnos,..

para poder sorprendernos, comprendernos,.., elucidarnos,..

Amar a la disertación,.., a la heterogenia,.., sobre la homogenia,..

cada ser tiene un derecho a tener,.., detentar,.., su exquisita individualidad,..

mas no sufrir necesariamente a su locura,..

o su obsesión y poder “alguien” morir,…, por causa de ella,..

La vida siempre ella debe de primar,..

por encima de cualquier dogma,.., religión o creencia,.., locura,..

Nos hemos permitido la tiranía de la sumisión,.., de la empatía forzosa,..

en todos los frentes: en la cultura, en el “valor”,.., en la “educación”,..

en la formación,…

Y hemos deseado obtener “clones”,.., zombis,.., robots,..

(alguien ocurrente diría,.., nanorobots),..

Es necesario el repliegue de la locura,..

del grito loco, desquiciado,.., del más fuerte,.., de la mayoría

dominante (quizás sujeta, encausada),..

opresiva,..

O entrar en el reclamo victimario,..

como si pudiéramos hacerlo con justicia,..

el todo Caín sobre un Abel o al revés,..

Un millón de Abeles masificados, sobre los terribles  Caín,..

aquellos diversos simbólicos,.., divergentes,.., disidentes,..

Hemos llegado a esa versión del catastrofismo

comunal visceral,…, y de la fuerza de la masa común,

que nos agobia,.., nos asfixia,..

Y no nos cabe ninguna pausa ecuánime que nos oriente,..

tan solo esa compulsión enorme,.., desquiciada,..

¡sométete a la grey, o piérdete!,..

El miedo adquiriendo mil formas y rostros,.., fantasmas,..

y somos presas indefensas,.., ¿de quienes,..?,..

quizás solo de nosotros mismos,.., de nuestros miedos,..

investidos de la homogenia,.., de los sincretismos gobernantes,..

que deforman al espíritu, al alma libre,..