En ti coinciden dos energías poderosas,..
el hombre no puede dejar de observarte,..
olerte,..
sentir el impulso de tomarte entre sus brazos,..
penetrarte,..
Por más civilizado que fuera,..
no podría dejar de admirar tu belleza desnuda,..
Es tanta esta atracción, que ciertamente a algunos,..
no les importa,…
tomar un símil de mujer,..
quizás una parodia,..
una terrible burda copia tuya,..
Y la otra energía,.., enorme,..
es casi, la insania necesidad de ser poseída,..
de pertenecerle a su hombre,..
Esta entrega es superlativa,…
raya en la locura,.. y en muchos casos ella se da,..
Morir, languidecer como un hermoso y tierno capullo,..
en la pira de sacrificios ya del lecho,…, vorazmente,..
del temeroso y violento macho,…
¿Dónde estabas, quien te corteja, a quien mirabas?,..
O morir a pausas, gradualmente,..
esperando la divina conversión del tirano sojuzgador,…
O en la huida de este,.., por la búsqueda del oro perdido,..
esperar como una “santa” pegada al balcón,..
mojándose con esparadrapos húmedos,…
sus ansias,..
Allí,.., sometida por el abandono,..
será presa fácil,.., del próximo depredador,..
que habrá de poseerla,..
y que la hará suya,..
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