Y sobre la ausencia de tu flor de maple,..
tu miel y piel de manzana,..
rubicunda tu imagen ella se despliega,..
en el llano florido de las azaleas,..
Y entre el olor de las amapolas,..
renace un verso,..
uno nimio, nada estridente,..
Y te recuerdo Amanda,..
que si habré de sentir el aire entre las fraguas,..
caminare despacio entre los desiertos calcinantes,..
y revocare a cualquier duda o reclamo, aun,..
y casi en silencio,..
“La tierra y la luna aun se mueven”,..
¿y yo?,.., también así con ellas,..
Es en esa búsqueda incesante,..
en que yo puedo extraviarme,..
y deveras que transito con ese paso errático y muy lento,..
en ese espacio vacío,..
y en que ciertamente me pierdo,..
Hoy vagare hacia atrás en la noche,..
regresare el tiempo,..
iré hacia ese instante de palomas,..
y me quedare allí,.., solo un segundo,..
Que será para mi eterno,..
y veré la luna de aguas,..
y también el ocaso de mil soles,..
y dormiré despacio y tranquilo entre el bullicio de las flores,..
con bendita levedad, así descansando,..
¿Amar la vida?,.., claro,..
he existido en este enorme espacio (¿vacío?),..
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