Es definitivo, el
mundo está cambiando vertiginosamente, para bien o para mal, el hombre ya no
puede simplemente hacer “mutis” y decir que no es su culpa lo que sucede, lo
que acontece; el calentamiento global de la tierra, el agotamiento de los
recursos naturales, la hambruna, la violencia en todas sus formas habidas y por
haber, las enfermedades modernas, derivadas por los regímenes alimenticios,
como la diabetes, la obesidad mórbida, los ingentes desplazados por todo el
mundo de migrantes, queriendo escapar de sus deplorables estados y que no les
dan ningún tipo de esperanza, los “valores” que nos gobiernan y que
necesariamente tendrán que ser modificados, ya que ellos obedecían a los “motores”
de antaño, como la belleza, el éxito, el sentido de la competencia, la realización
personal; dichos valores deberán de cambiara en todos los lugares, en todos los
ámbitos, por los de la tolerancia humana
amplia, a la diversidad de muchas maneras: al ser diferente, la elección libre
de su sexualidad, del respeto superior a la vida en todas sus formas, el amor, solidaridad
y el respeto a todo ser humano en el planeta y a todo ser vivo, de tal suerte
de procurar la no extinción de las especies, la forma de la economía, que
actualmente sólo beneficia a los más poderosos y que no considera a los países pobres,
dejándolos siempre más empobrecidos y sumidos en más miseria.
El mundo ya no da
para más, el ser humano, ya sea por ser directamente responsable o por haberlo
permitido, por incultura, dejadez o lo que sea, ha horadado el planeta,
realmente lo ha minado y explotado de manera inmisericorde y sus efectos
actuales como el clima y sus notables
cambios, traducidos en contaminación atmosférica de grandes regiones, lluvias
torrenciales que generan enormes inundaciones, y luego sequías prolongadas,
elevación de las temperaturas ambientales que alteran todas las condiciones de
vida, realmente deberían obligarnos mundialmente, a ya tomar cartas en el
asunto, ya los esquemas sectoriales o segmentados de intereses no pueden tener
una respuesta, cada vez se hace más urgente las acciones coordinadas a nivel
mundial, muchos temas ya obligan a ello, ya que de no hacerse los grandes
flagelos no sólo afectarán a los países sedes, tales como: la delincuencia
organizada, el extremismo a ultranza, el genocidio investido de alguna forma, xenofobia
por absurdas razones: el color de la piel, los rasgos físicos, la idiosincrasia,
la cultura, la forma de pensar. Ya las fronteras de los países no existen para
esos grandes temas, está demostrado cabalmente ahora con lo de Siria.
Los nuevos retos
ya se plantean, ahora habrá que ver de qué manera, les damos una respuesta, también
la pasividad es una acción, sin duda cabe.
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