sábado, 22 de agosto de 2015

Disertación de finales de Agosto,..

Acaso en verdad ahora todavía puedo, apercibir este mi entorno, y como este se me presenta es que detento, esta sutil percepción a que me enfrenta, hacia tantos momentos, lugares comunes en mi vida, imborrables todos, inefables, y que a veces mi mente los quiere evitar, disuadir, pretende narcotizarlos, anhela olvidar y que no duelan, para que aparente ellos pasen y que me que eviten la pena, son todos estos escenarios reflejos de otros tiempos y momentos.

Esta insana prevalencia del querer recomponer las almas que persiste, como si alguien determinante yo fuera, siendo acaso tan solo un vehículo que ha arrastrado carencias de mil formas, percepciones, sentimientos, inclinaciones, inteligencia hasta lenguaje que no puede emitirse, porque no se construye desde dentro, este no emerge, no hay fuente, no hay origen, el caudal no existe y pretender pintarlo solo hace más patética la pretensión tan desvariada, maltrecha, manida, realmente de tan poca significancia, por ello casi no se presenta, rápido se agota, en verdad que son destellos tan solo, como apenas leves pulsares, de cualquier alma que cohabita en nosotros, apenas pudiera percibirse detrás de todo el cortinaje que le cubre, imposturas, suficiencia, credibilidad, el miedo oculto, las carencias que se niegan al quedarse tan callado, como pensando, como sonriendo, ¿para qué hablar de los supuestos, habiendo tantos temas desatendidos?, como dialogar con uno mismo, con el espejo, con la sombra que se nos proyecta, con la imagen pública que pretendemos creernos que se da, padre, hermano, amigo, amante o nada de ello, un simple órgano que no se distingue en el paisaje, que no revuela nada, que nada inquieta, como sin vida, como sin ninguna vibración sin energía, tan ausentes, separados, tan distancia execrable, que nada puede decirnos, nada nos conmueve. Esas imágenes de mi entorno que yo percibo, ellas de continuo, dada mi psicología, me reclaman, me incitan, me culpan; ¿qué tanto de ello me importa, me conmueve?, para mí mismo es toda una interrogante, en verdad que no tanto me cuestiono, solo reaccionan mis órganos, entrañas, percepciones y luego ellas buscan un cauce y a veces algo puedo describirlas, para algo descanse esta tortura ripiante, este tornado de sentimientos y pensamientos, los tienes, los debes, no hiciste, todos ellos, y luego se presenta la duda, ¿habrá otro camino, otro destino? y creo percibir, con un poco de desconsuelo, de tristeza, pero realmente, que no hay y no habido nada de ello, que solo eran anhelos de mi alma soterrada, que buscaba una orilla, un posible cielo pretencioso, que viendo hacia atrás constante solo se quedaba, en una leve pulsión que se extinguía.

¿Y de la pasión?, acaso esta faltaba, darme un pequeño respiro y con justicia entender que no solo es cuestión de solo locura, que las cosas que el destino nos regalan, buenas, malas, a veces no necesariamente corresponden con nuestra locura, de esa pasión que pretendemos intercambiar a resultas del éxito de la empresa, cualquiera de esta que ella sea, desde ir de aquí para allá, de conquistar el amor, de llegar al cielo.

Bueno acabo ahora, este breve disertación que pudiera transformarse con el tiempo, ellas que les he visto son como ninfas, que se transforman con el tiempo y con la gracia de alguna energía, de quien sabe que procedencia, ¿un amanecer?, ¿algo?, un hálito, no lo sé pero sucede.



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