domingo, 12 de abril de 2015

El retorno

Ser un gozne que rechina,..
aquietados y cansinos pasos, trastabillantes,..

De mirada agotada que le falta tanto brillo,..
de la luz de vida de futuro,..
esperanza,..

Ya se acerca el borde de la vida,..
miro hacia atrás ¿y que he dejado?,..

Un golpe de agua,..
puño roto,..
un grito desaforado,…
sevicie,.., un pesar adolorido,..

Mil pecados,..
ironía mordaz, burla, desprecio,..

Orfandad de tantos gestos,..
sonrisas, llantos,..
una mano extendida,..
suave caricia a la herida,..

Ay alma mía,..
quisiera limpiarte con alquitrán,..
o con brea prenderte fuego,..
para que iluminaras,..
una vez en tu vida,..
como vela luminosa, incandescente,..

Poder hablar ya con los mirlos,..
hablar con mil lenguajes,..
comprender las respuestas del altísimo a Job,..
observar el total de maravillas,..
que perviven más allá de la frontera mía, egoísta,..
ojalá así sea,..

Porque a pesar de tanta pena asfixiante,..
hay un alma tiritante de tanto frío,..
quisiera que sembraras el sendero de semillas,..
como estrellas en vía láctea,..
para que no me vuelva a extraviar,..
en el regreso a tu morada,..


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