Ser un gozne que
rechina,..
aquietados y
cansinos pasos, trastabillantes,..
De mirada agotada
que le falta tanto brillo,..
de la luz de vida
de futuro,..
esperanza,..
Ya se acerca el
borde de la vida,..
miro hacia atrás
¿y que he dejado?,..
Un golpe de
agua,..
puño roto,..
un grito
desaforado,…
sevicie,.., un
pesar adolorido,..
Mil pecados,..
ironía mordaz,
burla, desprecio,..
Orfandad de tantos
gestos,..
sonrisas,
llantos,..
una mano
extendida,..
suave caricia a la
herida,..
Ay alma mía,..
quisiera limpiarte
con alquitrán,..
o con brea prenderte
fuego,..
para que
iluminaras,..
una vez en tu
vida,..
como vela luminosa,
incandescente,..
Poder hablar ya con
los mirlos,..
hablar con mil
lenguajes,..
comprender las
respuestas del altísimo a Job,..
observar el total
de maravillas,..
que perviven más allá
de la frontera mía, egoísta,..
ojalá así sea,..
Porque a pesar de
tanta pena asfixiante,..
hay un alma
tiritante de tanto frío,..
quisiera que sembraras
el sendero de semillas,..
como estrellas en
vía láctea,..
para que no me
vuelva a extraviar,..
en el regreso a tu
morada,..
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