No hay amor más
puro, nítido y brillante,..
que el de la
madre,..
Pudieran pasar un
mil de años,..
y no se olvida,..
de tu rostro, tu
silueta,..
de lo que soñaste
y como volabas,..
tras del anhelo y
del cometa,..
Tus correrías, tus
andanzas,..
travesuras por la
casa,..
aquella tu
mirada,..
cuando decir una
mentira elocuente era,..
más siempre nos
atrapaba,..
anda ya que no soy
boba,..
Madre amante,
quisiente, siempre ferviente,..
de la causa de tus
retoños,..
Siempre te
adosas,..
no importando el
egoísmo tan persistente,..
siempre, siempre están
abiertos tus dos brazos,..
y la bendición
urgente al borde de tus labios,..
siempre insistente,..
¿Cómo no amarte,
tanto, tanto?,..
con lo más profundo
del alma,..
caro ser, la
primera vista del amor,..
más incipiente,..
Vaya mi bendición
siempre en ti,..
en mí como lazo,
cordón,..
áurico, plata,..,
se parece,..
pero más nítido,..
bella luz,..
y que persiste,…
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