Tempano de hielo

Hay ideas delirantes, reincidentes,..

que no se apartan de mí,..

tengo que plasmarlas, dibujarlas,..

para que me dejen ir,..

para descansar, apasentar,..

bellamente dormir,..

¿Cómo se crea la consciencia?,..

¿dónde empieza, donde acaba?,..

¿qué es el bien y el mal?,..

¿qué es la verdad?,..

Sólo sé que hay una frontera,..

entre mi interior y el exterior,..

Es como el efecto de la temperatura exterior,..

sobre el lago,..

si hace calor, el agua se evapora, se hace nube,..

y si hace frío,..

se crea una pequeña capa de hielo,..

luego esta crece y se convierte en un témpano,..

Así el efecto del exterior sobre el interior,..

son entidades distintas,..

hay una frontera entre ambas,..

pero es innegable el efecto de una sobre la otra,..

¿Cuándo empezamos a saber de nosotros?,..

En verdad que no sabemos,..

quizás es el miedo,..

que nos avisa,…

que algo puede acontecernos,..

nos ponemos alertas a los ruidos,..

las siluetas,..

fabricamos nuestros fantasmas,..

El bien y el mal,..

eros y tanatos,..

luz y obscuridad,..

vida y muerte,..

Como si pudiéramos escoger o seleccionar,..

Ambas son y nos pertenecen,..

cuestión de tiempos y momentos,..

Pero es imposible comprender la vida,..

sin la muerte, tanatos,..

la luz, si no hubiera obscuridad,..

el alfa sin el omega,..

Mas esto no es una oda a la obscuridad,..

es tan sólo, vulgar aceptación,..

de su existencia que no puede ocultarse,..

ni dirimirse o eclipsarse,..

terminar o acabar,..

Gran parodia la verdad que se sustenta,..

casi siempre en aras de,..

veladas intenciones,..

Unas se consideran “buenas”, “santas”,..

inequívocas,..

No obstante, al hombre nunca le alcanza,..

tiene muchos límites,..

su egoísmo inherente,..

dominante tantas veces,..