De verdad que yo
no quiero,..
enamorar a la luna
con mis ojos,..
cazar una mariposa
que reposa,..
Tan sólo pretendo
observar el cervatillo,..
que parece ser tu
cuello lánguido,..
Cansado de tanto
otear en horizontes,..
de velar en noches
muy profundas,…
esperando la luz
de las auroras,..
Encontrarnos en
espacios tan profundos,..
los destellos de
tu alma,..
con la mía
eslabonadas,..
En verdad que no
se tocan,..
adolecen de
sentidos,..
tan sólo vibran, ellas
pulsan,..
como cuerdas de
guitarra,..
suavemente,…
Discurriendo las
fronteras, deveras,..
esos velos que nos
cubren,..
Tan sólo déjate
ir,..
que nada pasa,..
te encontrarás
bellamente,..
con tu espejo,..
Se transfigurara
ya tu rostro,..
veras la belleza
que andas buscando,..
en ti, en tus mínimos
quehaceres,..
No requieres de
que alguien te los done,..
tan sólo, sigue
pulsando y que no pare,..
hasta que llegue
la noche eterna,..
Cuando vuelen por
fin
todas las
palomas,..
mariposas de
colores,..
se distienda el arcoíris,..
hermosos
colores,..
sonidos,…
luego el bendito
silencio,..
De verdad,..
que ya vendrá si
uno se prepara,..
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