En delicia sueva
van decantándose los segundos,..
Bellamente caen en
mi alborada,..
Se escucha el sol
a su llegada,..
Suave y cálidamente
los rayos me acarician,..
abrazan mi tiritante
cuerpo, ya le calientan,..
Que simpleza,..
pasa ese milagro día
con día,..
Y yo no lo he
percibido,..
me he acostumbrado
a él,..
y no doy cuenta,..
¿Porqué escribo
tanto?,..
es un
soliloquio,..
una plática
sincera conmigo mismo,..
donde puedo encontrarme,
descubrirme a
cuerpo entero,..
sin miramiento,..
¿Dónde radica mi
alma?,..
¿cómo puedo
percibirla?,..
Es tan frugal ya
nuestro paso,..
Todo es tan
volátil,..
se acaba el
tiempo,..
Nacemos, actuamos
y morimos,..
en el abandono,..
No me percibo,..
Soy un costal de
hábitos,..
de
condicionamientos,..
mi alma se
abandona,..
El ruido, la
vorágine, la enorme cinética,..
siempre ya me
exigen,..
Que cumpla, que
atesore,..
y que me
entregue,..
Y lo voy haciendo
a pausas,..
de a pedazo en
pedazo,..
Luego ya termino
mis días,..
terriblemente vacío,..
La piel se pega a
mi hueso,..
Perdí ya mi
vida,..
a mi alma,..
¿Qué adonde
estaba?,..
siempre tan
ausente,..
tan carente,..
no perdí nada,..
Hoy, en verdad que
hoy,..
quisiera empezar a
rescatarla,..
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