Tengo que deponer
y posponer mi lucha conmigo mismo,..
ya habrá tiempo de
poderme reencontrar, ahora, mañana,.., o después de,..
El universo no
detiene su marcha,..
y yo quisiera
bajarme de él en un momento,..
para poder
observar con mucho detenimiento,..
las imágenes, las
figuras,.., los cuerpos,.., las declinaciones,..
a los ojos,.., los
cuerpos como se mecen,.., como se requiebran
las figuras, como
danzan,…, como el cuerpo habla todo el tiempo,..
esa sonrisa,..,
ese gesto,.., ese encuentro que parece casual y no,.., no lo es,..
la maquinación de
buscar el momento,..
de ver ese
juego,.., del gato y del ratón,..
del cazador y la
liebre,..
ese sentimiento
depredador que parece que priva en todos,..
alguien dirá así son
“los juegos de los humanos”,.., pues si,..
el ser humano es
lúdico,.., siempre está en ello,..
apostando,..,
sopesando las probabilidades de los eventos,..
ejerciendo
dominio, soltando,.., arredrando,.., atemorizando,..
midiendo
alcances,.., hasta aquí,.., no mas,.., mas,.., ya, ya,..
¿podré un poco más?,..,
probaré,..
delimitando el
espacio de su influencia y su poder,..
o al menos ejercer
la burla, la ironía,.., o ya finalmente,..
la indiferencia,…
decir: no me
merecía ninguna lucha,.., ¡va!,.., pa´lante, pa´lante,..
todos los defectos
vaya que se ejercen,..
son nuestro mejor
elemento de conquista,..
son nuestra medida
de solaz,.., esparcimiento,.., gusto y placer,..
La vanidad, esa
que busco de continuo,..
la requiero,…, la
ocupo,..
¿soy?,.., ¿qué soy?,..
los que los demás me
digan que soy,..
guapo,
inteligente, sagaz, astuto,.., extremo,…
pasional o loco al
menos,..
dependo febrilmente
de esa opinión,..
como el aire que
respiro,..
la requiero para
poder vibrar y tremolar,..
La soberbia,..
esa siempre me
protege,..
siempre me
cobija,..
“tu vales”,..,
nadie te diga lo contrario,..
vales y vales
mucho,.., un montón,…
no es necesario
que nadie me lo diga,..
la llevo plegada
en mi,…, adherida,..
en mi más profundo
sentimiento,..
mi esencia,..
me siento muy superior,..
pero nunca lo
digo,..
tan solo transijo,..
, y hasta declino,..
tan solo sonrió
(no en carcajadas abiertas),..
sino bien ocultas muy
dentro mío,..
La pereza,…
uno de mis pecados
predilectos,..
que acaricio bien
frecuentemente,..
el mundo ocupara
de mil manos,..
yo digo,.., no las
mías,..
que no me saquen
de mi espacio de confort,..
¿cómo se atreven?,..
déjenme aquí bellamente
dormido y acostado (depresión),..
alguien me decía:
“a comer, luego
llegaba, y preguntaba: ¿ya te ganaste ese bocado?”,…
pobre de mí, que
me tenía que verme sometido por dicha pregunta,.., jajaja,..
Para muestra, por
lo pronto, basta un botón,.., ya seguiré más delante
con los otros tan
hermosos:
la gula, la
lujuria, la ira, y la preciosa envidia,..
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