Abducido,...

¿Es que acaso puede extra dimensionar el paraíso, tus ojos, tu figura?,…
¿puede abducirme de esta esterilidad, de este llano desértico, agreste,…
tus ojos, tu voz, tu promesa?,…

¿Puedo fraguar una figura mítica, utópica, leyendaria,…
tu andar, tu parlar, o tus ideas?,…

¿Pueden arrancarme de esta degradante monotonía, tu solo nombre,…
tu delinear?,…, ¿presentir de tu presencia, de tu halito común, de cotidiano?,…

Quisiera en verdad,…, adosarme a esa imagen, ¿ilusión?,…, ¿percance?,…
¿gloria o locura manifiesta?,…, pero que sin poseerla ella no podría respirar un tanto mas, no podría esperar ya más,…, pues no le vería objeto caminar, trastabillar un paso más,…
deambular, soñar o dormir,…, sin ella, no podría,…

Y no es que quiera reconstruirte, fijarte en un daguerrotipo imperene,
no es mi deseo,…, encuadrarte en ese espejo siniestro donde no se aparece la muerte (Dorian Grey),
y el deterioro, la perenidad tan relevante, tan significante humana en que vamos…
“perdiéndolo” todo,…, amor primero,…
esperanza también,…, sueños y hasta las lagrimas o preocupaciones (nos abandonan)
y la lucidez también,..
y donde la muerte solo nos asiste para no perder la mínima razón o dialogo,…