Habría que enseñarte,…

A no verte, con los ojos de vidrio,..
con las fuertes figuras que aplastan todo,..
que nada reivindican,…

Me gustaría enseñarte,…
a hablar contigo misma,…
a quererte un tanto,…, a soportarte igual,..
pues requerimos de alivio,…, también de soltura, de caricia
y comprensión,…

Habría que enseñarte a perdonar,…
a no ser tan ruda contigo misma,..
somos tan solo criaturas inermes casi siempre,…
incrédulas tantas veces,..
ignorantes también,..
pues desconocemos el futuro…
y la “suerte”,
y a veces, sospechamos que los dados están cargados,..
y sentimos jugamos en desventaja casi siempre,…

Por ello abrazos,…, comprensión alentar,…
darse un respiro y descanso e intentar,…
una vez más,…, otra vez también,…

Habríamos que confiar en nosotros,…
en las leyes universales que siempre están,..
y no pronosticarnos siempre golpizas,..
querernos un poco más,…

Hacernos amigables con un nosotros,…
se requiere harto en verdad,…

Habría que respetar a los sueños,…

no enterrarlos o perderlos,…

buscar caminos,…, encontrar fortalezas,…

razones y vericuetos necesarios,…

cumplir con las tareas,…, no perder el entusiasmo,…

en verdad,…