lunes, 11 de julio de 2022

El alma,…

En verdad que,…

Lejos me encuentro, de liberar a mi alma, mi espíritu,..
de cualquier apego, ruego o pertenencia,…, sujetarle,..

¿Qué necesidad yo tengo?,…
¿de apresarle, de tomarle y declarar eres mía?,…

¿Por qué no mantener plena su libertad y también la mía?,…

Ella, no requiere de mi afirmación,…, de mi apego,..
no está esperando que yo le manifieste adelante,…
o que se detenga,…, ella no espera mi indefinición
o mi duda,.., o mi falsa certeza,…, no la necesita,…

Yo tampoco,…, cada quien comprende, del verbo abarcar,…
su silueta, su halo, su brillo o su contraluz,…
sus ojos tristes o apesadumbrados,…, su cara de ruego,…
de dolor,.., de ira o de risa,…, de malicia,…, de culpa,…

Ella sabe, cuando ha de llorar, cuando ha de mentir,…
cuando debe cantar,…, decir una palabreja,…, una mentira
cruel o blanca,.., un cuento de hadas,…, una fantasía,…
sabe dejarse caer, abandonar, si lo considera necesario, pertinente,..

¿El alma es femenina?,…, si no lo es,…, pareciera,…
¿pudiera huir de mí mismo, de mi sombra?,…
claro que no,…, no podría,…
tendré que llevarle puesta,.., todo el tiempo,…
ahhh,…

wapi yo,…



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