sábado, 22 de febrero de 2020

Tu voz,…


Déjame pintarme entre tus axones, tus pezones,..
los hermosísimos duraznos de tu cuerpo,..
hermosos melocotones ellos tan dulces,..
déjame tocarles tan solo con mis yemas,…

Y pues, yo estaba solo y triste,…
cuando la noche te hizo magnolia,…
(los dos últimos versos pertenecen a Manuel Acuña,
solo modifique o sume la ultima palabra)

Mi serena luna de agua en un cielo estrellado y quieto,..
en verdad quisiera alejarme de mis miedos,…
de mis apetitos mas precarios, indefinidos,…

Del ruido tan vulgar y burdo y que a veces explayo,…
en darle vida y cuerpo,…, una respuesta equivocada,…

Quisiera escuchar a tu voz cantando,…
dejarme envolver en esa hermosa caricia suave,…, profunda,…
mirar a tus ojos y enlazarme,…, hacia la profundidad
que ellos delatan,…, encuentro de almas,…
susurros apenas,…, gloria,…

Mis ojos casi lloran y no pueden alejarse
del entusiasmo que no puede traducirse, casi no,…
como si el alma solo ella trepidara,…
ella quisiera vivir, existir,…, reír, flotar o llorar,….

Y es que yo solo puedo rendirme,…
al sonido de tu voz, tus inflexiones,…
no me queda mas que tan solo eso,…

Y me llevas tan sinuoso,…, tan lento, suave in crescendo,…
rítmico,…. ahh,…



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