Cogito ergo sum,..

Es real que en el espacio inconcluso,..

que apenas percibimos,.., que delineamos,..

en que recitamos nuestras ideas,..

y en que el deplorable tiempo nos calcina,..

y nos hace ver como unos enanos,..

unas víctimas,..

Prisioneros que somos todos de la vida,..

que no podemos llegar a ninguna parte,..

ni a ningún lugar,.., pues nada es seguro,.., cierto,..

Pues son tan solo pequeños momentos,..

pedazos inconclusos de nuestra alegría,.., que nunca llega plena,..

solo apenas oníricos pasos,.., o de mojadas historias inconclusas,..

que algo nos incitan,.., y que nos hacen trepidar apenas leve,..

Y nos vuelven eternas victimas voraces de nuestros instintos todos,..

de esa piel espectacular de la tersa manzana,…

y que es un hogar pleno de los sentidos,..

en cuanta voraz cuadratura que todo ello que lo impide,..

cuanta cara dura, entusiasta,.., limítrofe,..

Y pareciera que el alma humana,.., debiera permanecer callada,..

en pleno mutismo,.., en silencio,.., que nada diga,..

Pero ello es imposible,.., la vida rota,.., ella se quiebra,.., se fragmenta

y hace hélice en el cuerpo,.., en el viento,.., en la nada,..

en el espacio-tiempo,.., en lo “virtual”,.., en el alma humana,..

Que no deja de escucharse a sí misma,.., nunca claudica,.., nunca se calla,..

no es un zombi,.., o un ser inocuo,.., inconcluso,…

alguien que le faltara un tornillo o más,..

El hombre,.., el ser humano,.., sin género,..

no pudiera estar encapsulado en ningún batiscafo,.., en prisión ninguna,..

el silencio no es algo que le pertenece, no se asocia,.., al alma humana,..

no existe tal,.., nunca,.., tan solo muerto,..

y pienso entonces,.., luego entonces ¿existo?,…