Sobre mis pasos quietos,.., tan medidos,..
sobre todo lo que ignore,.., ello, me será rebelado,..
Y sobre la indiferencia funesta, nunca cómplice,..
y sobre todo el silencio indeleble de mis flacos huesos taciturnos,..
Y sobre la ignorancia que siempre ella me ha poseído,..
y que nunca ella me abandona,..
y que fui siempre un alumno muy torpe en este concierto de la vida,..
lleno de romances,.., libros,.., ciruelas,.., y algún que otro amor,..
que se quedó allí en la tinta,..
Y sobre la obscuridad que siempre me ha rondado,..
ella por fin, acabara por irse,..
cantando quizás una alegre melodía,..
un nessun dorma,.., sentido,.., dolido,.., del alma,..
Y hablare por fin con las iguanas,.., y les entenderé,..
y una que otra ardilla, que hambrienta ella se aproxima,..
buscando algo de comida,.., una hogaza,..
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