sábado, 14 de enero de 2017

Cuando un ser amado se va,..

Quizás no se requiere más que un abrazo sincero,..
una mirada muy próxima,.., no inquisitiva,.., manipulante,..

Tan solo que diga: “aquí estoy,.., contigo,.., deveras”,..

Dar el espacio intimo,.., de la reflexión que cada quien haga,..

La muerte aunque inminente,.., siempre sentimos que traiciona,..

Traiciona nuestros planes,..
nuestras expectativas, nuestros sueños,..

La confianza en un futuro pleno,.., porque un ser valioso
ya no está,…, conmigo,.., con nosotros,..

Su voz ya se silencio,.., y no volveremos a escucharle,..
y su mirada, su luz,.., ya se apago,..
cae mi mirada,.., mi corazón también cae,..
y mi ser, mi alma, algo resiente,.., dolor,..
una sensible pena,..

Llorar es indispensable,..
dejar fluir todo este dolor,..
como un rio,.., como un mar,..
dejar salir,.., liberar,..

Rogar a Dios,..
no necesariamente por él o ella,..
porque ello, resuelto esta,..

Por uno mismo,.., para poder,..
sanar al corazón,.., al alma,..
calidecer,…, sobar,…, curar,..


No hay comentarios.:

Publicar un comentario