jueves, 8 de septiembre de 2016

Los bien amados,..

Si los hay,..

Aquellos que no lloraron demasiado tiempo,..
para que se les arrugara la piel del alma,..

Aquellos bien queridos,.., que no requirieron,..
de mil correctivos y perdones,..

Que no pensaran nunca en una escapatoria loca,..
un trasmigrar de sus entelequias,.., como fantasmas,..
que vuelan y que pululan como almas errantes,..
que no logran encontrarse,..

Aquellos bien portados,.., que decían si a todo,..
buenos días, buenas tardes,.., perdone usted,..

Aquellos que no negaron nunca a Dios ni a sus designios,..
aquellos que la culpa no les fleto,.., en lupanares de tristeza,..
de asedio y muerte, podredumbre,..

Donde la fe y la luz,.., no hay por donde pueda infiltrarse,..
allí se apaga,.., se consume,.., con caras, almas ennegrecidas,..
con sonrisas siniestras a fuerza de tanta maldad muy consistente,..
que se lleva como una costra,.., adherida, adosada,..

Esperando tan solo, la bendita muerte que libera,..

Seres sin ningún futuro,.., tan solo el inmediato,..
¿a quien habré de tumbar, para llevarme mi próximo bocado?,..

Hermosa paloma,.., torcaza,..
dime, que esos tristes lugares,.., siniestros, lupanares
repletos de fiambres no son más que una pesadilla,.

Que son tan solo una pesadilla
perversa de mi loca mente corrompida,…

Y que el pesar concurrente, ya ha hecho estragos en mi gnosis,..
en mi sano juicio,.., paloma,.., dime,..
no te escucho,..


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