domingo, 10 de julio de 2016

El síndrome de la inmediatez,..

“Vive el presente, vive ahora,.., ¡vive¡”,…

Parece una nota motivacional de los cursos modernos, que dan por sentado “x” situación o estado del oyente, la obvian, apostando a que de alguna manera, el “cambio” de actitud o “chip”, será casi el único quid, para su repunte, o carga de pilas.

Casi todos los cursos motivacionales modernos, van por allí,.., utilizan los recursos de la psicología gestalt, que contraviene la freudiana (encontrar el origen del trauma) y que en la PNL, Programación Neuro Lingüística, encuentra a su mejor interlocutor o vocero, como si el humano fuera como un perro pavloviano que tan solo hay que estimular para que se mueva, que venda, que produzca, y claramente se considera que eso va a ser sanamente suficiente para su superación y trascendencia, ¿mucho psicoanálisis?, no, rápido PNL, para que rápido produzca.

Quizás aquí hay un cierto paralelismo o semejanza con la Filosofía Hedonista, que solo busca el placer por el placer mismo, se postula que no es malo desear sentirse bien, pues claro que no, pero el hedonismo en tiempos actuales, más bien va asociado con las “fugas” diversas que el ser humano ha diligentemente desarrollado, desde la lujuria, el egocentrismo sin culpa, el juego en cualquier denominación, la gula, la ensoñación, etc, la óptica o criterio es el siguiente: todo lo que salga de esta esfera hedonista, no es interesante, no es atractivo, lo único importante es sentirse bien.

Muchas veces, esta inmediatez o compulsión por su realización o satisfacción pronta, nos llevan a la ansiedad y de ello a la locura, creemos que todo puede pasar a segundo término y que lo único que es importante, es que esa apetencia sea satisfecha y según nuestra psique racionalista, establece que al ser satisfecha esta necesidad imperiosa u obsesión, encontraremos el paraíso, la felicidad.


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