“Vive el presente, vive ahora,.., ¡vive¡”,…
Parece una nota motivacional de los cursos modernos, que dan por
sentado “x” situación o estado del oyente, la obvian, apostando a que de alguna
manera, el “cambio” de actitud o “chip”, será casi el único quid, para su
repunte, o carga de pilas.
Casi todos los cursos motivacionales modernos, van por allí,..,
utilizan los recursos de la psicología gestalt, que contraviene la freudiana
(encontrar el origen del trauma) y que en la PNL, Programación Neuro
Lingüística, encuentra a su mejor interlocutor o vocero, como si el humano
fuera como un perro pavloviano que tan solo hay que estimular para que se
mueva, que venda, que produzca, y claramente se considera que eso va a ser
sanamente suficiente para su superación y trascendencia, ¿mucho psicoanálisis?,
no, rápido PNL, para que rápido produzca.
Quizás aquí hay un cierto paralelismo o semejanza con la Filosofía
Hedonista, que solo busca el placer por el placer mismo, se postula que no es
malo desear sentirse bien, pues claro que no, pero el hedonismo en tiempos
actuales, más bien va asociado con las “fugas” diversas que el ser humano ha diligentemente
desarrollado, desde la lujuria, el egocentrismo sin culpa, el juego en
cualquier denominación, la gula, la ensoñación, etc, la óptica o criterio es el
siguiente: todo lo que salga de esta esfera hedonista, no es interesante, no es
atractivo, lo único importante es sentirse bien.
Muchas veces, esta inmediatez o compulsión por su realización o
satisfacción pronta, nos llevan a la ansiedad y de ello a la locura, creemos
que todo puede pasar a segundo término y que lo único que es importante, es que
esa apetencia sea satisfecha y según nuestra psique racionalista, establece que
al ser satisfecha esta necesidad imperiosa u obsesión, encontraremos el
paraíso, la felicidad.
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