Sobre mi ocaso niña,..

Me ilumina ya tu sonrisa,..

que hermosa calidez y que me envuelve,..

Ay niña de esos hermosos ojos,..

todavía mi corazón puede querer saltar,..

pobrecillo,.., ingenuo,..

Eres como una flor o mariposa,..

que se aprecia y no se toma,..

Te mereces tanto,.., tanto,..

vitalidad, fuerza y calma,..

amor primero,..

bondad y comprensión,.., primero,..

Que con segura calidez pudiera,..

abrazarte,.., y llevarte,.., al paroxismo,..

y a la entrega plena,..

de dos cuerpos y almas que se funden, se acrisolan,..

al mismo tono,.., intensidad y gozo,..

Mi niña de los hermosos ojos,..

vierto estas sencillas líneas,..

que quizás nunca te alcancen,..