En los rellanos
quietos,..
hace un siglo
olvidados,..
Se estilaron en
mil fragancias,..
los aires de tu palabra,..
y tu cansino
cuerpo,..
hace tiempo ya
vencido,..
Parece que se
pierde en toda la historia,..
ya no dice nada,..
Los surcos que se
extienden en tu corteza,..
gruesos y rígidos,..
muy marcados,..
parece que enterraron
a los sueños tuyos,..
hace tiempo
olvidados,..
El cantar de un pájaro
estentóreo,..
nada puede ya decirte,..
no puedes
escucharle,..
sólo murmullos,..
sólo penumbras,…
se asoman por tus cansados
ojos,..
Madre, mi
pequeña,..
tierna niña,..
tan pequeña,..
ya ahora,..
Pero,..
¿cómo no
acordarme?,..
de cuando me dabas
duro
con el cordón de
la plancha,..
En verdad que nada
debo perdonarte,..
más bien debo, harto agradecerte,..
todos tus
afanes,..
todos tus
pesares,..
¿cuántas veces tu corazón
no dio un vuelco?,..
con mis pasos, mis
locuras,..
Mi lindo ángel,
ahora tan pequeño,..
delicado,..
parece que te
partes como un palillo,..
cuídate ma,..
que Dios siempre
te cuide y te bendiga,..
y que de mí tampoco
él se olvide,..
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