jueves, 28 de mayo de 2015

La callada voz,..


¿Donde perdió su acento?,..
su sonido, ¿donde se silenció?,..
quien ¿lo solicitó?,..
¿fue un acto de rebeldía?,..
¿un defecto?, ¿pereza?, ¿ira?,..
¿fue una renuncia?,..

Quizás fue todo ello,..
la pereza que me pedía,.., que flojera,..
hay que pelear,.., hay que bregar,..
discutir,..

O el orgullo,..
que declinaba, por no ser contrariado,..
controvertido, no dejar un ápice, un resquicio,..
en que pudiera fracturarse la copa del ego,..
de la suficiencia,..., del auto-enamorarse,..
de los propios preceptos,..
del narciso que viera su imagen refleja,..

De la ira, loca, desbordante,..
que sin control pudiera manejarme,..
que me coloca en posición casi fetal,..
inerme, totalmente indefenso,..

Colapsa todo mi ser, lo derrumba,..
me vuelve un ente vil,..
lleno de pulsiones descontroladas,..
desordenadas, aleatorias,..
culpa, temor, miedo atroz,..
inseguridad,..

He allí que prefiero no decir,..
quedarme callado, quieto,..
no aprendí, ese ejercicio,..
de la comunicación cotidiana,..
de la vida en sociedad que se requiere,..

Desde un lápiz, una pluma,..
un no estoy bien,.., no fui yo,..
quisiera ayuda,...
una guía, orientación,..
una sonrisa, un gesto, un estoy aquí,..
puedes hablar,..
os escucharé,..
habla,.., di,..
puntos suspensivos,..


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