Somos paisajistas
que pintamos,..
con colores
tenues, muy sensibles,..
apenas roces,..
En el crisol de
las almas licenciosas,..
emitimos,...
la expresión
sublime contenida,..
aquella que parte
a su estructura,..
su alma dividida,
contrastante,..
entre el mas puro
amor y el desorden,..
el terrible caos,
su pobreza, su cordura,..
Templada está,
deformemente definida,..
entre aquella que
constriñe,..
a su alma nueva,
soñante,.., muchas veces,..
harto temerosa,
expectante, agazapada,..
Y conforma su
camino, un derrotero, una vertiente,..
que deriva,
evoluciona, que permea,..
hacia el devenir
colmado de futuros,..
Algunas almas
bellas, solitarias,.., colapsadas,..
temerosas,
orfandadas, aquietadas,...
tristemente
abandonadas,..
desde hace tiempo,
milenarias,..
Germen de las
llagas, estigmas consistentes, permanentes,..
que nos duelen,
que nos duelen,..
humanidad que ya
no mira para sí,..
egocentrado,
implacable,...
Niño indígena,
de la calle, huérfano,...
explotado,
enviciado,..
en el pabellón
enfermo,..
como si fuera un
prófugo, delincuente,..
olvidado, nada
fuera,..
En el cadalso, en
el patíbulo,..
enjuiciado,
sentenciado, ya proscrito,.., desterrado,..
se encontrara,...
Su mirada,
perdida, extraviada,..
como un pequeño
cervatillo,..
como una paloma,..
como un pájaro,
como una ave,..
una libélula,..
crisálida que no
logra transformarse,..
que tristemente se
diluye, esta se pierde,..
como si nunca
hubiese existido,..
Humanidad,...
palabra, que no se
escucha,..
que no se emite,..
que no hace ningún
ruido,..
ni ningún eco,...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario