Pronto en México
se van a dar las elecciones en diferentes niveles de gobierno y prácticamente todos
los partidos políticos en México, despliegan una amplia y vasta publicidad
acerca de sus “posturas” sus plataformas políticas (cliches políticos) que si
nosotros, que lo que queremos es,.., ufff, nos inundan los medios y además ya
están invitados los partidos “nuevos”, las “nuevas propuestas” en el quehacer
político mexicano, hay varias deveras; sin embargo y no queriendo ser sólo un
sordo pesimista, las experiencias que se han tenido en México, respecto a una
real y verdadera Reforma Política han quedado en una parodia, del más triste o célebre
teatro de vodevil de lo más corriente, porque se tiene plena confianza en que
los espectadores (los mexicanos todos), no habremos de mover un solo dedo, una
pestaña. Desafortunadamente el poder en México, es como llegar a una pequeña cúspide
desde donde se aspiran las hermosas mieles de la impunidad, la riqueza
desbordada, el ejercicio pleno de la locura que anhelen y deseen, tantos
ejemplos que están en nuestra negra biografía que como país tenemos. Es por
ello que México es un país que duele tanto, para aquellos nacidos aquí y que hemos
creído un tanto en el amor a la patria, ingenuidad del ser que no posee más que
sus querencias, no tiene poderes que ejercer, cuidar o pelear. De verdad que lo
he dicho mucho en este espacio, quizás entre líneas, se requiere un cambio
profundo de la política, en México, América, el Mundo. Ya los sistemas
políticos como los conocemos, todos, no tienen escapatoria, están perdidos, ya
no sirven para los tiempos modernos, actuales; la divergencia de ideas,
sentimientos, el compromiso ineludible de crear espacios de manifestación
diversa, de dar voz a los sin voz (porque nadie lo ha procurado o interesado),
zanjar añejas demandas de centurias, no en un plano benevolente de “alma”
caritativa, sino con vergüenza, reconocer tanto que se les debe. De verdad,
cada vez es más notorio este urgente cambio, tantos signos deberían ponernos un
gran acicate, en México, en Venezuela, Argentina, tantos países,..
El quid del asunto
es, ¿cómo formular un poder, una voz, que en verdad nos represente? (nada de
diputados o legisladores, ganando “pingues” salarios, levantando la mano),
gentes que en verdad exprese el real sentir y exigencia de justicia de muchos, no
tan sólo su “necesidad” y su anhelo particular, y que dicho poder no sea
permanente (el poder corrompe), que dicho poder más bien lo “detente” la masa,
pero no una masa informe engañada (como ha pasado tanto en México a través de
los medios masivos = repite una mentira mil veces y se convierte en verdad = “valores
implantados”), quizás no soy el único que piensa en ello, encontrar ya medios
distintos para el ejercicio de la política (somos políticos desde que asumimos
la realidad de vivir en una sociedad) en que no haya tantas “trampas”, prebendas
y protocolos enajenantes.
¿Votar o no votar?
Creo que cada
quien, deberá dar cuenta de su respuesta, yo igual, y no la digo para no
inclinar una postura hacia un ejercicio, que en verdad yo sí creo, debe ser
libre en México.
Abrazos México.
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