La fe primera,..
nada complicada,..
fácil era,..
la respuesta
inmediata,..
verdades simples
que emergían
en un instante,..
Ensoñación,
belleza, sueño,..
alegoría,..
pintar el mundo de
colores,..
escuchar, ver, el aprendizaje,..
oler un libro,..
Tiempo de rosas,..
blancas como la
pureza,..
inocencia,..
la libertad, una
bella sonrisa,..
turgentes, palpitantes
senos,..
oscuras corolas,..
Escuchar un alma vibrante,..
emitir tantos
requiebros,..
anhelar abrazarla
toda ella,..
protegerla,…
Que difícil poder
perfilarte,..
hace ya tantos
años,..
lustros, décadas,
centurias,..
que tu luz me
iluminó,..
que siento no
haberte visto,..
se pierde en los
pasajes, la memoria,..
Y creo,..
Quizás hubo un
tiempo ya ido,..
que permea en mi
inconsciente,..
donde yo me veo distinto,..
vistiendo muy elegante,..
encumbrando en las
alturas,..
soltando grandes
verdades,..
elevándome en alto cielo,..
enorme suficiencia,..
¡petulante!,..
Luego,..
Un fugaz instante,…
luz boreal
aparece,..
un segundo después,..
un cálido amor ya se
parte,..
¡terrible
desolación!,..
oh que tristeza,..
Luego un tiempo
desteñido,..
Azules obscuridades,..
de locura
avasallante,..
fragmentar el alma
en mil pedazos,..
oh que locura,..
Ahora,…
A pocas horas de la
madrugada,..
veo en el
espejo,..
y me voy
contando,..
cada una de mis
arrugas,..
la luz de mis ojos
ya no brilla,..
mi cara ya no
sonríe,..
Mi cuerpo adquiere
una postura,..
parece que
declina,..
que trastabillea
al raudo caminar,..
que tropieza,..
Pareciera que la
vida se rige por ciclos,..
pleamar, vaivén de
las olas,..
florecer,
marchitarse,..
el alma adosada como
en un balancín,..
sube y baja eterno
y que no para,..
¿Es acaso una
estación, una rotación,
un triste pasaje
desdeñable?,…
¿podríamos borrarlo,
ocultarlo, sosegarlo?,….
¿curarlo?,..
¿Desdecirnos de lo
dicho, lo comprometido,..
lo pactado, lo
derivado?,..
Frío en el alma,..
tiembla y se
agita,..
y casi muere,..
Se abre luego una
sensible luz,..
una paz que nos
cobija,..
y que nos llena de
alta gracia el alma,..
Allende la
frontera mas intima,..
cuando se cae todo
el orgullo,..
cuando logramos
dimensionamos, percatarnos,..
del sinfín de
variables concatenantes,..
¡un milagro!,..
Cuando bailamos,
con el vaivén de las olas,..
del aire que
recorre nuestros espacios,..
nuestras pausas,
nuestros silencios,..
nuestros yerros,..
Cuando podemos
conectarnos,…
con esa prístina energía,
luz iridiscente,..
Que prevalece
sobre el más hondo fondo,..
obscuro, que
poseamos,…
y que atesoramos
tanto,..
Invierno, frío, soterrante,..
ya pasará,..
y nueva etapa
alumbrará,..
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