Hoy quisiera
confesarme con ustedes,..
como persona no
muy clara si con sombras,..
una de ellas fue
mi mala inclinación a los indígenas,..
quizás fue algo
heredado ciertamente,..
algo imbuido
posiblemente,..
más el tiempo me
pasó y ya lo hice mío,..
Siendo que yo viví
no necesariamente en el campo,..
fui citadino de
colonias populares,..
más sin embargo yo
me roce con gente campesina,..
mucha familia mía
todavía fue de chinampas,..
Era común para
ellos,.., andar con atuendo campesino,..
camisa y el calzón
de manta,.., acaso amarrado con una soga,..
eso sí, siempre de
sombrero,..
me toco ver al “acarreador
de agua” que era quien nos la llevaba,..
en esa
indumentaria,…
y muchos vecinos míos
de aquellos años,..
tenían animales,..
un burro, una
vaca,..
Mi padre no fue de
ellos,..
el era peluquero
en esos años,..
le tocaba pelar a
todos estos personajes,..
allí alguna vez
acudió, era su cliente,..
un peleador
mexicano muy famoso,..
el “pulgarcito
Ramos”,…
Mi padre era el típico
peluquero,..
atendía a sus
clientes,.., hablaba con ellos,..
opinaba,.., leía periódicos
para informarse,..
Yo algunas veces
estuve allí en su peluquería
(así les dicen en
México a las barberías),..
de visita o
esperar el dinero para el gasto con mi hermano,..
esto no lo
recuerdo, lo supongo,..
Mi padre le “chocaban
todos estos personajes”,..
los campesinos,
que ya no eran muchos de ellos,..
el les causaba
mucho rechazo ya su vida su cultura,..
esa transición de
su indigenismo,.., hacia la modernidad,..
Cambiaron los
burros por la bicicletas,..
el tinacal por la
pulquería,…
los huaraches por
los zapatos,..
muchos de ellos ni
uno ni lo otro,.., andaban descalzos,..
por eso el término
“pata rajada”, por la falta de uso,..
era un término, no
tan despectivo,.., sino mas bien descriptivo,..
luego fue adquiriendo
esa connotación xenofóbica,..
Otras palabras y
conceptos que escuchaba: “paisa”,..
por una forma de
identificarse, que eran vecinos de la comunidad,..
y a mi padre, yo
me daba cuenta le repateaba,..
Cuando salimos de
Iztacalco,.., con todo su folclore y su cultura,..
mi padre nos
transfirió esa querella: “por lo que más quieran
(mi padre no creía
en Dios),.., no regresen nunca a Iztacalco”,..
el era un
personaje de la nueva era,..
Se resolvía adepto
de la nueva modernidad Mexicana,..
obrero, entro a la
Compañía de Luz y Fuerza, “Luchita”,..
ya era peón de
tercera, pero ya ganaba sus pesitos,..
Rechazaba
rotundamente toda su historia,..
a nosotros sus
hijos nos sembró esta herencia,..
ya luego yo la
retome y la hice propia,..
Esto me fracturó
desde la base,..
ya que mi madre es
morena y cuando chicos,..
ella usaba
trenzas,.., como las indígenas,..
mi padre de piel
morena clara,..
el se sentía
superior a mi madre,
creo por este
hecho de los tonos de piel,..
Y según lo
demostraba,..
el concluyó su carrera,..
fue ascendiendo en
su trabajo,..
ya luego era
Ingeniero de la Compañía de Luz,..
El fue para mí,
todo un personaje,
él fue mi héroe,..
por ello es que adopte
todas sus posturas,..
Ya ahora a estos
años,..
me doy cuenta
clara de mis complejos,..
quisiera
cambiarlas deveras a fondo,..
porque cada quien
debe pagar todas sus cuentas,..
Y estas mis
actitudes ahora presentes,..
debo enfrentar
esta carencia tan vital
que la conciencia
y vida, siento que me exige
las resuelva,..
Por estas malas
actitudes mías y yo consciente de ellas,..
me he sentido
acomplejado y sin saber actuar y decir,..
ante personas muy
humildes,..
campesinas, o de rasgos indígenas,..
Y ya se erigen
todos mis fantasmas
y estereotipos
heredados,..
quitándome la espontaneidad
tan necesaria,
ante la comunicación
humana,..
libre, igual,..,
justa y equitativa,..
que todo ser
humano se merece,..
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