En el banal
espacio de la vida,..
donde las luces
brillan tantas veces,..
donde la seguridad
es el ingrediente básico y substancial,…
¿cómo estás?,…
¡de maravilla!,
¡estupendamente!, ¿acaso no me vez?,..
debo sostener la
mirada, no debe de flaquear,
la seguridad debe
proyectarse desde el fondo,..
el cuerpo todo, el
rictus, la fraseología bien dispuesta,…
para que como
resorte, salte al primer impulso,..
todo orientado a
no ser, esa pieza fallida de universo,..
esa alma oscura,
macilenta,…, y el juego no se acaba,..
es inacabable,..
mi rededor requiere
de fuerza y de poder,..
de valor y de plena
seguridad,..
no admite
dilaciones, disertaciones, contradicciones,..
duda o
incertidumbre,..
tan solo de certezas,…,
precisión y exactitud,..
nada de
confusión,..
blanco o negro,..,
no se admiten tonos grises,..
¿que ya mi espíritu
se encuentra algo agotado?,..
ya, ya, un
descanso,.., pa´lante, pa´lante,..
te queremos en la
punta,..
y las heridas, las
fracturas,..
ya habrán de
cerrarse, cicatrizaran,…
tan sólo pa´lante,
pa´lante,..
látigos
demandantes,.., exigentes,..
fragmentantes,..
que a golpes de
exigencias,..
van desnudando al
alma,..
que le van arrancando
todas sus carnes,..
y tan solo van
dejando huesos,
cubiertos con
corazas,..
bien diseñadas, “armadas”
con acero,..
tornillos, fragua,…,
templadas,..
que habrán de
soportar todos los esfuerzos,..
cuando eso halla
pasado,..
tendremos al mejor
soldado,..
firme,
resuelto,.., forjado,..
a fuego y golpes
de martillo,..
“Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo,
y habiendo acabado todo, estar firmes”
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