domingo, 12 de julio de 2015

Noche


Y me iré yendo junto al remanso mar,...
allí versaré mis horas,...
y me adentraré en la melancolía,...
de saberme ausente, lejano,...
como nunca nadie,...

Es el desencuentro, la destrabazón de los tiempos,...
es una renuncia a desempatar las miradas, las palabras,...
a no tocarnos, no rozarnos, en ninguna forma,...

Es un anunciar a la muerte lenta,...
que como ola va llevándose la arena de los tiempos,...
aquellos quietos, tan serenos,..., y otros locos enfebrecidos,...
mi negra noche que no acaba,...

¿Quien acaso lo comprende?,...
¿acaso yo y que lo vivo?,...

En verdad que no importa,...
desentrañar todo este versículo, sortilegio de las almas,..
avatares de los tiempos, los segundos,...
vale, si que vale, no evadir a sus efectos,...

Como migran, como transitan,...
estos pasajes en la obscuridad de mi inquietante noche,...
y que no quiere terminarse,...