sábado, 4 de abril de 2015

Ave

Sobre la vastedad de cielo y aguas,..
va remontando su vuelo,..
hermosa con su plumaje,..
hiende la corriente de aire ascendente,..

Se despliega en amplio vuelo,..
hermosa nívea ave,..

Sólo se percibe un leve aleteo,..
y con escaso esfuerzo,..
vaga kilómetros de espacio-tiempo,..
fulgurante,..

Su mirada, sigue la línea horizonte,..
de perfiles aguas,..

Apenas se divisa un pequeño pez,..
en la superficie,..
y el ave, cual saeta,..
se precipita como ráfaga,..
resuelve su alimento,..
lo recorta ya lo ingiere,..

Apenas algo de consciencia en ella asoma,..
no califica, no evalúa, solo vive,..

Pleamar lleno de promesas, como peces,..
en la mar tan continente,..
definimos o quizás no,..
nos ahogamos con aquella verdad no deglutida,..
no aceptada, inferida, declarada,..

Belleza del mar, las olas, su plumaje,..
su alto vuelo,..
fulgurante,..


Dios, Fe, religión,.

En verdad que empiezo a escribir, casi sin ganas de hacerlo, sin embargo lo hago porque he tenido mucho tiempo pensando en ello, ahora ya no solicito las múltiples recomendaciones y consideraciones del caso (tema controversial), solo digo que quizás es que no puede uno substraerse de la vorágine, del tema en boga, yo difícilmente lo hago, soy exageradamente muy lábil, me dejo llevar por la corriente, pero allí acaba toda correspondencia. Hoy quisiera abordar el tema con mis escasos recursos, en absoluto me considero un erudito en el tema, más bien un párvulo, una persona con muy pocas referencias, he escuchado a personas ampliamente doctas (a mi así me lo han parecido) desarrollar esta temática, llevando cantidad de referencias, análisis y encuadres, mis respetos para todos ellos, vale todo su estudio y entrega a tan inquietante y fascinante tema. Más bien lo que deseo plasmar son mis pesquisas o parciales conclusiones (no hay una verdad absoluta) sobre el particular, compartir estas para definir mi postura y que conozcan de primera mano cuales son mis creencias y lo que considero al respecto, ¿qué si algo importa?, en verdad que no lo sé, pienso que los que escribimos o pretendemos hacerlo, lo hacemos como un ejercicio público de libre manifestación, de expresión y al menos yo no sé si ello mismo tendrá alguna clase de eco en alguien que nos pueda leer con determinada atención y apertura, sin embargo lo emitimos con el firme ánimo de que así sea, bueno, ya proseguimos.

¿Existe Dios?,..

Pregunta fundamental que desde que me acuerdo quise darle una clara respuesta; yo fui educado en la religión tradicional católica, mis inicios se remiten al hecho de que era obligado a acudir al catecismo donde aprendíamos a rezar con el método de repetición (como merolicos), para poder desarrollar los rezos convencionales y también dar la respuesta pertinente en caso de las preguntas que pudiera hacernos el padre en la evaluación de nuestra primera comunión, las clásicas: ¿qué es la divina providencia?, ¿qué es un dogma de fe?, y cosas por el estilo; debíamos dar una respuesta cien por ciento asertiva (para eso nos preparaban), luego los cuentos, las historias que nos contaban y las canciones que aprendíamos, pero lo fenomenal para mis escasos años, era el “bolo” que arrojaban en los bautizos, éramos una bola de chiquillos rodeando al padrino: “bolo, bolo, padrino”; él se veía forzado a echarlo (monedas de diferente denominación que arrojaba al aire para todos los chiquillos que allí estábamos), y con el producto de la pesquisa, consecuentemente la compra de los sabrosos helados en la nevería. En verdad que creo, que eso es a lo más cerca que he estado de los ritos religiosos, ya que no me casé por la iglesia y poco acudí a la misa convencional cada domingo y de verdad que diría que casi no me confesé en toda mi vida ante un padre, asumiendo los reales pecados, no los convencionales que se dicen en forma genérica.

La escuela jugó una parte importante en mi escepticismo a la creencia de Dios, la Fe y la religión, en cualquiera de sus formas, como hijo derivado de una familia “disfuncional” en que los “valores” eran algo nebuloso, nada claro (al menos para mí), me fui por el lado fácil, buscar afanosamente la empatía de seres y personas que pudieran estar sintiendo lo mismo que yo: rencor, coraje, sentimiento de injusticia, sentimiento de degradación, rebeldía, etc. y claro que les encontré, en el medio más cercano a mi casa, nos parecíamos tanto, éramos en ese tiempo un soberano “desmadre” (que no hacíamos en nuestras correrías), la adrenalina corría constante por nuestro cuerpo cuando huíamos despavoridos por una travesura, que muchas veces no fueron cosas menores, pero en ese tiempo, poco nos importaba, lo que nos impelía era el “desmadre”, sólo eso importaba. Luego por otro lado la escuela, iba haciendo su gradual y profundo trabajo, escuchar las historias del maestro en primaria, que si en la prepa hacían esto y lo otro (puras tonteras, que faltaban a clase, por ejemplo y cosas por el estilo) y creer que el arribar a la escuela sería como un paraíso de inefable permisividad por el hecho de ser jóvenes (el joven puede equivocarse en su búsqueda, le está permitido); creo esa mezcla me hizo proclive hacia las ideas propias del socialismo, sea: “la religión el opio de los pueblos”, “la filosofía es para transformar la historia y no para interpretarla” y cosas parecidas; teníamos como “mochos” a las personas que podían mostrarnos, un leve o mínimo destello de algún tipo de rito que oliera a religión, éramos hipersensibles a todo aquello que oliera a religión y había realmente una aversión  terrible hacia ello, una total cerrazón ante cualquiera que pudiera darnos tan siquiera un viso de lo mismo, había un rechazo absoluto y pleno.

Entonces tuvieron que pasar muchos años para mí, para comenzar a reconsiderar este tema, que yo creí resuelto hacia tiempo, ello llegó cuando hice crisis en mi matrimonio y con la alta responsabilidad de conducir a una familia, mi escasa fe y mis carencias económicas me llevaban a estados ciertamente muy lamentables en que “escapar” por la puerta falsa no era algo imposible, en esas magras y terribles condiciones fue que yo tuve varios “despertares”,  ahora no podría afirmar si eran o no alucinaciones, dada mi condición moral y espiritual, pero de que me cimbraron definitivamente si que lo hicieron, sólo quisiera comentar dos eventos que pudieron conmoverme, uno de ellos al salir del metro de la ciudad de México, un niño de brazos se accidentó en la escalera automática y sangraba de alguno de sus dedos, e iba diciendo: “papa, papa, papa”,.. de repente no sé ni cómo, se me vino a mí la imagen de mi hijo el mayor y empecé a sentir un gran y profundo pesar (fue como si se abriera mi conciencia por muy escasos segundos) y sentí un terrible dolor en el pecho que no podía controlar, quería llorar, llorar desconsoladamente, y no podía parar, decidí salir y buscar a una iglesia para confesarme (no lo logre, no había servicio), decirle a Dios en su casa, abjure de ti, te pido perdón,… De verdad que este evento aún que lo recuerdo a la distancia de muchos años, logra conmoverme todavía; otro hecho que me pasó fue una vez que recogía a mis hijos de la guardería y los llevaba a casa, el sol ilumino para mí el paisaje, era de tarde y acababa de llover y prácticamente yo sentí que esa bella tarde se introducía por mis ojos y sentí una bendita paz y quise llorar, pero de alegría, fue una hermosísima experiencia, inefable. Así pues con estos eventos (no sólo ellos, mas me pasaron) es que mi perspectiva comenzó a cambiar y me convertí en una persona que buscaba, que anhelaba encontrar a la fe, mi “padrino” de aquel entonces me decía: “a Dios no hay que entenderlo, tan sólo hay que escucharle, es como un sonido que se percibe, como un murmullo (y se colocaba la mano en la oreja)” y busqué, busqué por muchos años, estuve adscrito al movimiento de los grupos de autoayuda por 15 años aproximadamente, haciendo de todo: ahijado, padrino, servicio, lectura, escritura, tribuna, cuarto paso, etc. cantidad de cosas que hice, ¿y mi casa?, ¿mi profesión?, ¿mi persona?, ¿mi familia?, bien gracias, decía mi madre: “candil de la calle, obscuridad de su casa”, tuve que entender ello  luego de todo esto, ubicado en Querétaro viviendo en condiciones muy precarias y casi terminando mi relación con la que fue mi esposa, tarde comprendí que “ninguna” dependencia humana, sea esta: un movimiento, religión, un conocimiento (me recomendaron cantidad de gurús: Krishnamurti, por ejemplo, Khalil Gibran en un tiempo yo leía), una creencia, una pareja, harán por mí, lo que yo no haga y que todos ellos sólo serán tan significativos e importantes en la medida de su apreciación, valoración y aplicación, pero sólo serán “recursos” para nuestra vida, no podemos hacer que Freud nos dirija en todo por ejemplo (ironía), dado que ya mas consciente después de muchos años, pude ver personas que prácticamente por sí solas (sin ninguna filia o apoyo), habrían construido su vida, con sus “asegunes”, pero habían salido adelante, ¡bravo por ellas!,..

Hoy, ahora, entiendo que Dios no es algo que yo concibo, Dios, la energía, la luz, el orden, el mismo caos, la entropía, las leyes físicas o espirituales, ya existían antes que yo (el ser humano), que me adhiera o no a esa creencia es mi prerrogativa, mi voluntad y mi ejercicio y que en la medida que lo haga corresponderá la fe que pueda detentar y ejercer, ¿cuánta fe?,.., la que yo requiera para: vivir mi día a día con cierto grado de bondad y caridad, con humildad, con aceptación, con cierta ingenuidad hacia al futuro, con tanto amor como pueda dar y recibir, y en verdad debo confesar que ahora no me siento adscrito a ninguna religión (ninguna), por una simple razón, todas dicen lo mismo: “esta es la real fe y las demás, todas son una mentira, una falacia, el camino cierto está en nuestro camino” y me suenan tanto como los políticos mexicanos que deveras digo no gracias, tengo fe en Dios, pero las religiones y sus guías (casi todos), no logran convencerme de esta terrible segregación: “cree con nuestra religión y serás salvo, sólo así”, esos determinismos absurdos y absolutos no los puedo digerir, de verdad que no.

Bueno ya termino este vericueto, se los dejo para que algo mas me conozcan, ¿para qué?, no lo sé, quizás para aquel que pueda verse un tanto reflejado (como en lo grupos) con este testimonio (escueto, cortado quizás o tendencioso, porque así me conducía mi inconsciente, que se yo), gracias por haber leído hasta aquí.

Hermosa vida para usted,..