Sobre la luna del silencio, claro,…
va llenándose de noche,…
Y puedo verte como emerge en tu mirada,…
esa luz blanca que destella,.., brilla,…
El simple, nimio ser humano, tan lleno de falencias,..
tierno, olvidado, confundido,…
El se va reconstruyendo, día a día,…
Pareciera hoy se cae y mañana puede levantarse,…
Son como los sonidos leves de campanas,…
que se van escuchando una a una,.., lentas, leves,…
y luego se conjugan sus sonidos, vibraciones,…
Equivocarse, tantas veces, locura, pasiones,…
el ser un animal y la violencia,…, el miedo,…
Hay que reponerse,…
no puede uno quedarse en ese magno error,..
en esa declinación del alma,..
¿Locura?, mucha que he tenido,.., vaya que sí que me recuerdo,..
tantas veces extraviado, confundido, tan perdido,…
Queriendo quebrantar a todos mis miedos con posturas categóricas,…
sin poder apercibir que la vida es natural, que ella es versátil,
frágil,..
¿Y yo, mi alma?,…, acaso puede conjugarse,…
liarse con el vertedero de la vida,…, el dejarse,…
Que nada es determinante, ni siquiera la muerte,…
porque ya se quedan,…, mis estelas y mis pasos,…
los recuerdos,…
hay que comprenderlo,.., suave, suave,…, nota a nota,…
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