jueves, 16 de octubre de 2014

Volatilidad

En verdad amig@s, no sé porque me surgió este tema, no podría decir con certeza de dónde provino esta intencionalidad de plantearlo ahora, y ello no significa que no fuera un tema que ya lo tenía en el tintero desde hace tiempo y también sugerido por algunas personas, pero que en ese momento no me sentí inclinado a decir o plasmar algo al respecto, hoy si lo siento.

Yo fui y he sido una persona 100% neurótica, lo admito, lo reconozco, no me cabe ninguna duda, y que bipolar es un término amable para mis estados emocionales, actualmente, como digo, lo admito y trato de lidiar con ello sin problemas; hubo un tiempo en que mi aspiración era vencer dichos vaivenes y estar sólo en un estado positivo, a como fuera, lo que pudiera costarme (negar la realidad, música, ver tv, etc), quizás lo más valioso el tiempo dedicado y enfocado para que así pasara, acudí como 15 años a grupos de autoayuda, creyendo que eso era lo que se buscaba, quizás no comprendí que toda la neurosis galopante se da principalmente por negar el hecho de quién soy yo como persona, es como quererse “aliviar” quitándose el corazón para que no sienta (no se que figura es, pero pretendía fuera ironía), ya ahora, luego de tanto caminar en todas las direcciones posibles e imaginables, me encuentro con este espacio virtual del “face” (inauguro con estas líneas quizás las primeras palabras y testimonio del centro de rehabilitación del “face”, jajaja, sorry, una disculpa, no pude evitar el mal comentario), bueno debo contextualizar mi situación, no sé si sea la de muchos, pero la mía fue la siguiente: yo me encontraba de la siguiente manera:

1.       Venía desde hace años en picada, sin trabajo, sin esperanza, cargando pésimos resultados y cuentas en mi vida, saldos todos ellos bien negativos.
2.       Me encontraba como en “espera”, ¿de qué?, no sé de qué, pero pensaba que podía ocurrir un “algo”, que debía concebirlo que así sucedería, que vendría la posibilidad de remontar mi situación.
3.       Lo que yo fui y lo que fabriqué con mi acción o inacción ya era evidente, no había forma de darle la vuelta, la economía familiar, el derrotero de mis hijos, etc, etc.

Básicamente, así me encontraba, luego entonces (yo he sido siempre una persona muy apegada a la tecnología, a las computadoras y casi nunca me he desprendido de una de ellas al menos, que a pesar de todas las crisis existentes, siempre ha habido una conmigo y que la he usado para lo que ustedes se imaginen, jugar, perder el tiempo, hacer planes, etc) en un tiempo, yo el “face” no lo consideraba, pero en un momento dado, en Diciembre, me da por escribir algunas cosas, derivadas todas ellas por un buen pasaje de mi vida, en Agosto pude encontrarme con dos amigos de la escuela y ya me encontraba trabajando en mi área, en mi ramo, lo que yo estudié, eso de verdad que fue lo que me permitió remontar anímicamente, que pobre de mí, que con tan sólo eso, lo pude hacer; total, en Diciembre empiezo a hacer balances internos y a publicarlos en mi “Face”, de allí conocí a una persona, relacionada con familiares, y algo pasó en mí que me enamoré perdidamente, me enamoré, imaginaba que esta persona y yo nos encontraríamos, también imaginaba lo que le diría, la plática con puntos y comas, etc., ella teniendo por lo que daba a entender, pareja afectiva, esto a mi no me inmutaba, yo decía en mi interior: “porque escribe así, implícita está una hermosa invitación, proseguiré” y así lo hice, hasta que en una de tantas, de repente la comunicación totalmente se trocó (en ese tiempo yo no sabía que se podía “bloquear” a una persona o contacto y creo eso me paso), me sentí terriblemente adolorido, apenado conmigo mismo, pero en verdad que ya había cambiado mi actitud con esta comunicación, proseguí, seguí escribiendo y queriendo conocer a más personas, ¿para qué?, no lo sé, no podría definir bien a bien las razones y motivos, podrían ser muy diversos: desde buscar compañía, romance, divertirme, cultivarme, comunicar, etc., ya con ese espíritu proseguí en esa búsqueda, fue mi tiempo de buscar amistades y así lo hice, solicité la amistad de muchas personas, más mujeres que hombres, ¿la razón?, porque yo siento comunicarme mejor con el sexo femenino, tengo terribles prejuicios contra los de mi genero, los considero: a la gran mayoría, pro machos (esa es la bandera y la actitud que debe corresponder, que no hacerlo así es como para dudar de la hombría de “alguien”), con el deseo de manipular y tener el control, no abiertos, más bien cerrados (eso lo llaman convicción), poco sensibles (porque lo consideran una debilidad), etc. etc. Por ello la predilección y obvio el anhelo de querer empatizar con esa alma gemela (en verdad ahora lo sé, es una quimera producto de mi imaginación).
Bueno y luego vuelvo a cometer el mismo error, otra vez me enamoré como un loquito solo sabe hacerlo, ufff, compuse unos poemas preciosos para la Dulcinea, en verdad hermosos, yo ahora se y estoy convencido que la fuerza del amor es grandiosa, y muy hermosa y que no es necesario que en realidad ni siquiera se “toquen” las personas, me quedo muy claro (y lo constaté con otra persona que estaba y estuvo, porque se cancelo su relación virtual, con las consecuencias derivadas: depresión, la principal). En verdad que no me cabe ninguna duda, me enamore perdidamente y no, no me funciono, llego el momento en que se acabo, y también me bloquearon, pero proseguí,…

Continuará,…