En lánguida luna
incipiente,.., brotan,..
un milliar de sensaciones,..
cual palomas,
golondrinas,..
emergen, vuelan
libres,..
Ay el ocaso de mi acendrado
ego,…
de mi frágil
figura desdibujada,..
levemente trazada
como un signo apenas,..
Y han pasado
tantas cosas,..
Como anhelara no
conducirme,..
por sendero cierto
y marcado,..
equivocarme muchas
veces,..
se que es esencial
para toparme,..
con aquella verdad
que desconozco,..
que me parte en
dos,..
y que me cimbra,..
que me conmueve,…
Me inclinan a
querer cambiar,..
soltar,…
aquello tan
sobado,..
tan apegado,..
tan cierto,.., tan
querido,..
Volar en esa
inmensidad,..
que es como
morir,..
como el
trascender,..
no se hacia
donde,..
¿acaso importa?,..
quizás,..
a ningún lugar,..
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