A veces vuelo y me remonto hacia algún lado de mi espacio interior,..
y logro sentir ese reencuentro conmigo mismo (la música me ayuda),
esa sensación, esa percepción tan sublime de ser humano,…
tan amplia, tan cierta la sensación de belleza, de perfección, de paz,
de quietud,….
Darme cuenta como se ha dado esa lucha tan fuerte, tan grande
y tan enorme entre mi ser sublime y mis instintos más básicos;
la seguridad, la sobrevivencia,
el ser aceptado por los demás,….
La forma en que fui resolviendo dichos instintos
ha sido la forma en que he llevado mi vida,
las personas de mi vida que me han tocado de alguna manera,
han sido tan importantes por la dimensión que yo les he dado para bien
o para mal,
quizás de allí nacieron muchos de mis prejuicios, estereotipos y
arquetipos
y de allí fui minando al ser maravilloso que Dios entrego a mis padres
al momento de nacer,…..
¿Culpables o artífices de mi derrotero?
Todos y ninguno, ni yo mismo puedo atribuirme tal responsabilidad,
soy ahora la suma de tantas cosas, eventos, situaciones, calor, frio,
aislamiento,
abrazos dados o no recibidos, la voz de los demás,
la ira y el coraje de otros hacia mí por mis errores
y limitaciones,….
soy el pasado, presente y futuro en un mismo momento,
¿qué habrá de seguir?, no lo sé,…
hoy tan solo quiero decir esto que menciono,
y confiar tranquilamente en que Dios será clemente
y podrá otorgarme algún día el reencuentro con esa paz y elevación
que logro a veces percibir en ocasiones no planeadas.
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